Kurt Westergaard estuvo a punto de morir hace menos de dos días. Un joven somalí, armado con un hacha de considerables proporciones logró colarse en el interior de su domicilio e intentó asesinarlo al grito de "sangre y venganza". Afortunadamente, Westergaard logró refugiarse en la cámara acorazada instalada en su baño y, tras contactar con la policía (que logró finalmente reducir a disparos al agresor), salvar su vida.
Es muy posible que el nombre de Kurt Westergaard no diga nada a mucha gente. Pero si decimos que es el dibujante que en 2005 revolucionó a miles de musulmanes por unas caricaturas de Mahoma realizadas por él para el diario danés "Jyllands Posten", es más fácil ubicarlo. Cuatro años después cuando casi nadie se acuerda de aquel lamentable hecho en el que la libertad de expresión retrocedió varias décadas para alegría de los islamistas más radicales, Westergaard aún permanece en el punto de mira y de no ser por las medidas de seguridad que el gobierno danés le facilitó, el dibujante, cuyo único delito fue hacer uso de una libertad que ha costado siglos conseguir, sería carne fileteada en el pasillo de su propia casa.
No sería la primera vez, también es cierto. El polémico periodista y cineasta Theo Van Gogh, que dirigiera en 2004 el cortometraje "Sumisión", sobre el papel de la mujer en el Islam, fue asesinado en pleno centro de Amsterdam hace tres años por un integrista que tras derribarlo de su bicicleta con varios disparos de su pistola, lo acuchillo en repetidas ocasiones, lo degolló hasta el hueso y no contento con eso, le clavo un cuchillo en el corazón dejando sobre el cadáver una carta de varios folios llena de amenazas y apocalípticos augurios para "los no creyentes".
Uno puede escribir un libro en el que se diga que, en realidad, Jesucristo y sus Apóstoles son el precedente más antiguo de los Village People o dirigir una película en la que aparezca la Virgen María practicando el onanismo y, a lo más que se arriesga, sin ser poco, es que le censuren la obra. Sin embargo, cuando del Islam se trata, una mancha en la delicada sábana de sensibilidad que rodea a los más extremistas puede suponer tu decapitación o que la embajada de tu país, a miles de kilómetros, salte por los aires. Y no solo hoy, o cuatro años después, como es el caso de Westergaard. Un acto de este tipo condena al "culpable" a permanecer en perpetua guardia y vivir hasta el fin de sus días con un cuchillo colgando sobre tu cabeza. Salman Rushdie puede dar buena cuenta de ello.
¿Es admisible que la sensibilidad de un grupo religioso sea la vara a través de la cual todo Occidente mida su derecho a expresarse libremente? ¿Puede un sector extremo de una fe o una opinión política determinar qué es o qué no es merecedor de la muerte y actuar en consecuencia? ¿Puede alguien en su sano juicio pensar que, en realidad, Rushdie, Van Gogh o Westergaard, tienen lo que se merecen por haberse metido con la gente equivocada? ¿Vamos a pensar, de verdad, que al final los rodillazos en la nariz son agresiones nasales a la rodilla? Creo que la respuesta a esto es la misma que recibió Theo Van Gogh de su asesino cuando, mientras la vida se le escurría por su cuello cercenado, le preguntó si no era posible sencillamente que discutieran sin más sus diferencias.
Es muy posible que el nombre de Kurt Westergaard no diga nada a mucha gente. Pero si decimos que es el dibujante que en 2005 revolucionó a miles de musulmanes por unas caricaturas de Mahoma realizadas por él para el diario danés "Jyllands Posten", es más fácil ubicarlo. Cuatro años después cuando casi nadie se acuerda de aquel lamentable hecho en el que la libertad de expresión retrocedió varias décadas para alegría de los islamistas más radicales, Westergaard aún permanece en el punto de mira y de no ser por las medidas de seguridad que el gobierno danés le facilitó, el dibujante, cuyo único delito fue hacer uso de una libertad que ha costado siglos conseguir, sería carne fileteada en el pasillo de su propia casa.
No sería la primera vez, también es cierto. El polémico periodista y cineasta Theo Van Gogh, que dirigiera en 2004 el cortometraje "Sumisión", sobre el papel de la mujer en el Islam, fue asesinado en pleno centro de Amsterdam hace tres años por un integrista que tras derribarlo de su bicicleta con varios disparos de su pistola, lo acuchillo en repetidas ocasiones, lo degolló hasta el hueso y no contento con eso, le clavo un cuchillo en el corazón dejando sobre el cadáver una carta de varios folios llena de amenazas y apocalípticos augurios para "los no creyentes".
Uno puede escribir un libro en el que se diga que, en realidad, Jesucristo y sus Apóstoles son el precedente más antiguo de los Village People o dirigir una película en la que aparezca la Virgen María practicando el onanismo y, a lo más que se arriesga, sin ser poco, es que le censuren la obra. Sin embargo, cuando del Islam se trata, una mancha en la delicada sábana de sensibilidad que rodea a los más extremistas puede suponer tu decapitación o que la embajada de tu país, a miles de kilómetros, salte por los aires. Y no solo hoy, o cuatro años después, como es el caso de Westergaard. Un acto de este tipo condena al "culpable" a permanecer en perpetua guardia y vivir hasta el fin de sus días con un cuchillo colgando sobre tu cabeza. Salman Rushdie puede dar buena cuenta de ello.
¿Es admisible que la sensibilidad de un grupo religioso sea la vara a través de la cual todo Occidente mida su derecho a expresarse libremente? ¿Puede un sector extremo de una fe o una opinión política determinar qué es o qué no es merecedor de la muerte y actuar en consecuencia? ¿Puede alguien en su sano juicio pensar que, en realidad, Rushdie, Van Gogh o Westergaard, tienen lo que se merecen por haberse metido con la gente equivocada? ¿Vamos a pensar, de verdad, que al final los rodillazos en la nariz son agresiones nasales a la rodilla? Creo que la respuesta a esto es la misma que recibió Theo Van Gogh de su asesino cuando, mientras la vida se le escurría por su cuello cercenado, le preguntó si no era posible sencillamente que discutieran sin más sus diferencias.
17 comentarios:
La libertad religiosa no está por encima, ni siquiera a la misma altura q el derecho a la vida. Todo esto Se combate con razón y cultura, pero es una cura muy lenta. Mientras, mano dura. O perderemos las libertades ganadas. Q apocalíptica m he levantado, jo.
Jo con el "autorrellenar"!! La de antes es cósmic Girl
Buenas.
Si el ser humano, en general, fuese capaz de asumir que no hay dos personas iguales, que cada cual puede tener ideas propias y que si alguien se "mofa" de las tuyas, por muy sagradas que sean, demuestra tu inteligencia riéndote con su ingenio y "mofándote" de las suyas de una manera más ingeniosa que las suya ó bien, simplemente, pon en práctica ese refrán tan cierto que dice "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio"
Por otra parte, siempre he pensado que ni la violencia, ni la venganza, nunca solucionan nada y dudo que nunca lleguen a hacerlo, eso sin contar con que los fanatismos de cualquier índole, en especial los religiosos, nos pueden convertir en el ser más "irracional" del planeta (la política creo que siempre han ido de la mano con la religión, ya sea por afinidad ó por enfrentamiento)
Saludos.
Para los árabes hoy es Martes 19 de Muharram de 1431, no sé como les extraña que en pleno siglo XV ocurran éstas cosas.En aquel tiempo aquí se preparaba un decreto de expulsión para todos los no-católicos y se quemaba a quien dudara de los dogmas de la fe,exactamente como ellos.
No se equivoque Antonio,la violencia no es "la solución" pero a veces sí es el único medio.
Mon, aunque a veces sea "el único medio" seguirá sin ser la solución, pero es lamentable que, a pesar de todos los supuestos adelantos de nuestra especie, sigamos comportándonos como bestias territoriales é intransigentes.
Por cierto, no hace falta retroceder a las tropelías que la iglesia católica ha realizado a través de la historia, con ver las declaraciones del Arzobispo de Granada respecto al aborto (y no se trata de si es licito ó no lo es) en las cuales "...dio a entender que la mujer que aborta "mata a un niño indefenso" y, por tanto, "da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar" de su cuerpo."
Saludos.
Veamos. La Iglesia Católica mea fuera del tiesto con mucha frecuencia. En España, donde la separación iglesia-estado es relativamente reciente, todavía respiran por la herida. Opinan de todo y se ofuscan si los demás opinan sobre ellos pero, como bien se dice en la entrada, es muy difícil pensar que alguien pueda ser condenado a muerte por hacer chanza del catolicismo en particular y del cristianismo en general, por chusca que esta chanza sea. Puede ocurrir pero es muy improbable.
No, de ninguna manera hay parangón. Como decía el avispado Jules en Pulp Fiction, "no es la misma liga, ni siquiera es el mismo jodido deporte".
Por mí les pueden dar por el saco a todas las religiones organizadas. Son un auténtico cáncer para la Humanidad y para el Progreso.
Si a eso le sumas que a Occidente se le ha ahogado el valor y el coraje bajo tanto peso de lo políticamente correcto, obtenemos tragedias anacrónicas como éstas que has contado.
Tristísimo.
Cuando de religión se trata, Cosmic, me temo que la razón tiene poco que aportar al debate.
Tan saludable actitud, Antonio, no parece contar a día de hoy con muchos partidarios. Lo más fácil y, por tanto, lo más habitual es, precisamente, lo contrario.
La violencia es siempre la última opción, Antonio, pero coincido en parte con el argumentario de Mon, de que puede servir como "medio" al menos para plantear defensa a las agresiones.
Oportunísima la cita, Madame. Tarantino nos ha venido al pelo.
En esta historia, Lombreeze, Occidente ha reculado tanto, ha dado la callada por respuesta en tantas ocasiones que, a estas alturas, solo podemos correr para recuperar el tiempo perdido. Y las prisas no siempre son buenas.
Guerra preventiva y a domicilio, todo lo demás es demagogia, buenismo y muestra de los complejos que han conseguido que los primitivos violentos nos avasallen en casa.
Algo drástica tu medida para mi gusto, Anónimo. Como comenta Azid un poco más abajo, aquí se trata de defender nuestro bocadillo, no de ir a casa del vecino a metérselo por el esfínter. Así, además, ninguno come.
Hombre, zumbar una multa por llevarlo por la calle, Azid, me parece un poco demasiado. Otra cosa es que, en un juicio, por poner un ejemplo, deban quitárselo o a la hora de ir a la escuela o, en general, cuando de interrelaccionarse se trate. En cualquier caso, es, claramente, una acción desproporcionada provocada por la desproporcionada rudimentariedad del "ismo" del que venimos hablando y, por ello, no deja de tener su sentido.
saludos oye te invito a que te des una vuelta por mi blog es nuevo apenas llevo una entrada pero espero y pases a dejar comentario
sale cudate
tu blog esta padre
te felicito
Es que los extremistas es lo que tienen, que no son capaces de medir sus actos. En mi opinión son gente con muy poca cultura que se comportan como peleles movidos por gente demasiado lista.
Pero no olvidemos que la iglesia cristiana también ha sido capaz de auténticas burradas, y sigue teniendo fieles que, sin llamárseles extremistas, hacen animaladas en nombre de Dios.
Un saludo desde Brevemente.
Por cierto, qué grande la frase de Van Gogh. No la conocía.
Bienvenido a la blogosfera, ca2205. Gracias por la aportación. Prometo pasar a visitarte en breve.
También te doy la bienvenida, Obiwan. Hoy es día de llegadas. Tienes razón en lo de que los extremistas son necios manejados por gente más listas. Muy acertada la idea.
La iglesia católica habrá sido capaz de muchas burradas en el pasado y aun hoy comete errores lamentables y cada vez que abre la boca sube el pan, pero eso no relativiza ni lo más mínimo la actitud macarra y cafre del islamismo radical.
¿Que ellos viven en la edad media como dice Mon? Pues aquí estamos en el siglo XXI. Y en el siglo XXI esa censura de la libertad de expresión bajo pena de muerte está fuera de lugar.
Pero no pasa nada, porque aquí en Europa lo cómodo y lo fácil seguirá siendo criticar a la iglesia católica y decir amén de pies juntillas a todo lo que nos imponga el Islam. Por las buenas o por las malas.
Y celebrando la multiculturalidad, no nos olvidemos:
http://www.minutodigital.com/actualidad2/2010/01/09/el-ayuntamiento-de-logrono-incluye-las-fiestas-musulmanas-en-su-calendario-y-se-olvida-de-las-cristianas/
Efectivamente, Varg. Su desfase centenario no es excusa. Al menos fuera de su mundo, donde, por lo que a mi respecta, pueden hacer lo que les venga en gana.
Llego tarde pero creo que poco importa porque este debate ni niguno como este, aunque nos pese, va a solucionar nada.
Creo que todo Occidente está de acuerdo en lo que debería ser (aunque podamos diferir en los medios para conseguirlo) el problema es que la otra parte del debate no quiere o no sabe hablar de otro modo más que a "su manera" que ya sabesmo cuál es.
Una verdadera pena.
Por cierto, es de mirarse lo de la Iglesia Católica. Sin siquiera aparecer en la entrada original se cita en más de la mitad de los comentarios
Sach returns.
Hola de nuevo a todos
Es cierto lo que dices, Sach, sobre la iglesia católica. Su fama le precede. No me parece justo compararlas, pero, lo cierto es que cuando el río suena....
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