EL HOMBRE DE ALCATRAZ, DE JOHN FRANKENHEIMER (1962)
Vivía una época complicada cuando vi "El hombre Alcatraz" y, tal vez por eso, la película de John Frankenheimer suscitó en mi un entusiasmo tan colosal que, con un solo visionado- mas el necesario para preparar la melodía de esta semana- la hermosa historia que en ella se narra se encaramó con rapidez a los primeros puestos de mi Panteón cinematográfico y allí ha permanecido desde entonces, inmune por completo al paso del tiempo. .
Por aquel entonces, acababa de iniciar, sin excesivo entusiasmo, la preparación de unas oposiciones cuyo temario era para mi un muro infranqueable que crecía cada día. Cada jornada de estudio se encadenaba con la siguiente en una tediosa sinfonía que amenazaba con desquiciarme por completo y eran muy escasos los momentos en los que lograba huir de esta monotonía imperturbable.
Tal vez por eso, por ese aire de condena que respiraba en las cuatro paredes del cuarto en el que estudiaba sin descanso, me atrapó con fuerza la historia real de Robert Franklin Stroud. Basada en hechos reales, en ella se narra el sendero por el que Stroud, un violento presidiario confinado en la penitenciaría de Hays, hastiado de la sofocante rutina de la prisión encuentra el consuelo a su soledad en el estudio de los pájaros, hasta el punto de convertirse en una eminencia en la materia con varios libros escritos sobre el tema y un prestigio científico formidable. Curiosamente, dicho prestigio ya lo había alcanzado cuando fue trasladado al penal de Alcatraz, por lo que, en realidad, la película debería haberse llamado "El hombre de Hays", ya que fue en aquella cárcel donde dio rienda suelta a su genio.
Por aquel entonces, acababa de iniciar, sin excesivo entusiasmo, la preparación de unas oposiciones cuyo temario era para mi un muro infranqueable que crecía cada día. Cada jornada de estudio se encadenaba con la siguiente en una tediosa sinfonía que amenazaba con desquiciarme por completo y eran muy escasos los momentos en los que lograba huir de esta monotonía imperturbable.
Tal vez por eso, por ese aire de condena que respiraba en las cuatro paredes del cuarto en el que estudiaba sin descanso, me atrapó con fuerza la historia real de Robert Franklin Stroud. Basada en hechos reales, en ella se narra el sendero por el que Stroud, un violento presidiario confinado en la penitenciaría de Hays, hastiado de la sofocante rutina de la prisión encuentra el consuelo a su soledad en el estudio de los pájaros, hasta el punto de convertirse en una eminencia en la materia con varios libros escritos sobre el tema y un prestigio científico formidable. Curiosamente, dicho prestigio ya lo había alcanzado cuando fue trasladado al penal de Alcatraz, por lo que, en realidad, la película debería haberse llamado "El hombre de Hays", ya que fue en aquella cárcel donde dio rienda suelta a su genio.
Al parecer, la visión que de Stroud da su biógrafo Thomas Gaddis- también guionista de la película- dista bastante de la realidad y la interpretación que del mismo hace Burt Lancaster, sin dejar de ser extraordinaria, suaviza los aspectos menos empáticos del original, excluyendo voluntariamente sus trapicheos con los compuestos que obtenía para sus estudios y su fama de tipo pendenciero y violento incluso cuando su fama como especialista ya había superado los muros de su prisión. Pero al cine, yo no le pido exactitud histórico sino magia y espectáculo y, en "El hombre de Alcatraz" hay mucho de ambas cosas.
Tenemos secundarios del calibre de Thelma Ritter o ese maravilloso actor que fue Karl Malden (atención a sus choques con Lancaster que son de órdago). Tenemos a un director como John Frankenheimer, tocado por la gracia divina, que convierte la odisea del "hombre pájaro" en una poética reflexión sobre la redención, la amistad y el amor incondicional, tanto el que nace como el que muere y que es capaz de rodar monumentos cinematográficos como el enfrentamiento entre Stroud y uno de sus carceleros por unas cajas de madera, el último encuentro entre el presidiario y su madre, o los trepidantes diez minutos del motín en Alcatraz que deberían ser asignatura obligatoria en cualquier escuela de cine.
Tenemos secundarios del calibre de Thelma Ritter o ese maravilloso actor que fue Karl Malden (atención a sus choques con Lancaster que son de órdago). Tenemos a un director como John Frankenheimer, tocado por la gracia divina, que convierte la odisea del "hombre pájaro" en una poética reflexión sobre la redención, la amistad y el amor incondicional, tanto el que nace como el que muere y que es capaz de rodar monumentos cinematográficos como el enfrentamiento entre Stroud y uno de sus carceleros por unas cajas de madera, el último encuentro entre el presidiario y su madre, o los trepidantes diez minutos del motín en Alcatraz que deberían ser asignatura obligatoria en cualquier escuela de cine.
Y, por lo que corresponde a la banda sonora, tenemos una vez más, la creatividad inigualable de Elmer Bernstein en su enésima aparición en el concurso y que se muestra aquí en su vertiente más lírica y romántica con un tema principal que es una bendición para el oyente, al que coloca en el centro del drama desde los mismos (y esplendidos) títulos de crédito iniciales a los que da cobertura con maestría.
Respecto al podium de la semana, con el oro, una semana más volvemos a encontrarnos con Athena, que parece dar inicio a un nuevo asalto al triplete con los siete puntos conseguidos esta semana. Por su parte, Mike Lee, Fiona y Lughnasad mantienen su pulso y empatan con cuatro puntos, manteniendo las distancias y dando emoción a la recta final. Tampoco se van de vacio OscarP y Daniel que suman un puntito adicional a sus casilleros.
En un par de semanas comienza la terna final de la que saldrán los tres medallistas de esta edición de "La melodía escurridiza". Hasta entonces, permanezcan atentos al ladrillo.
4 comentarios:
Enhorabuena a Athena (que sepas que esta la ganaste porque te dejé...)
Al final y a pesar de todo, he mantenido distancias con los perseguidores. Bien
Nada, no le recorto a Lugh ni haciendo huelga...jajajajaj, por lo menos tampoco he perdido puntos, vamos que nos vamos!
1besico!
Enhorabuena a todos.
La verdad que hubiera estado bien que esta semana ganara Lughnasad, porque él era el que lo merecía. Yo estaba de servicios mínimos...
¡Saludos!
Clasificación actualizada sin grandes novedades: se mantienen las distancias- con una semana meno, eso sí- y salvo el puestecito ganado por OScarP, la clasificación se mantiene intacta. La terna final va a ser de infarto.
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