miércoles, 8 de enero de 2014

La inquietante hora (y media) de Park Chan-wook

En los últimos años, cada aterrizaje en Hollywood de un director extranjero se ha saldado con un hachazo a su prestigio, un fracaso en la taquilla y un visado de salida express hacia sus países de origen. Florian Henckel von Donnersmarck- que perpetró "El turista" tras deslumbrar en su país con "La vida de los otros"- y Oliver Hirschbiegel- al que ni le dejaron terminar ese insulto a la inteligencia que fue "Invasión", habiendo sido el creador "El hundimiento"- pueden dar fe de la veracidad de los que digo.

El coreano Park Chan-wook, que ganó merecido prestigio internacional con "Old Boy", segunda parte, junto a "Sympathy for Mr.Vengeance" y "Sympathy for Lady Vengeance" de su famosa "Trilogía de la venganza" rompe con este reiterativa costumbre de los extranjeros de perder el norte cuando trabajan en Hollywood y con "Stoker", su debut en el mercado norteamericano, logra una obra irregular y fallida, pero hipnótica, desbordante de talento visual y, tal vez lo más importante, coherente con el estilo que el coreano dio a sus obras previas.

Antes de nada y para los más puristas, hay que dejar perfectamente claro que el guión, obra de- ojo al dato- Wentworth Miller, el tatuado protagonista de "Prision Break" es malo como un dolor de muelas, abunda en tópicos y presenta laguna modalidad XXL. Por centrar un poco el tiro les contaré que "Stoker" presenta un extraño triángulo calentorro- mitológico- sicoanalítico entre India Stoker (Mia Wasikowska), su madre (Nicole Kidman) y el tío de India ( Matthew Goode) que aparece, tras una larga ausencia a los pocos días de morir su hermano (Dermot Mulroney), padre de la nena y marido de su madre, para más datos. El tío Charlie, que así se hace llamar el hermano pródigo, es un tipo magnético y cautivador que atrae a las féminas de la casa, pero hay algo oculto en su pasado que.......... blablablablabla. Bueno, ya se lo van oliendo, ¿no?

India y su zapatero... La envidia de Imelda Marcos.

Como ven, no hay originalidad en el planteamiento de "Stoker". Sin embargo, de forma inverosímil, lo que trasciende al espectador es que con tan paupérrimo andamiaje, lo que si hay es mucha presunción, mucha falsa trascendencia, mucha actitud de eslomismoperonoesigual. No se engañen, "Stoker" es más de lo mismo, una historia minada con explosivos mil veces vistos, que no resiste el menor viento y que se merece esta entrada por una única razón: Park Chan-wook. 

Lo que el director coreano logra con el libreto del amigo Miller es la prueba evidente de que el cine es un arte eminentemente visual. Un mal director puede destrozar un guión espléndido y un tipo con dominio del lenguaje cinematográfico puede convertir un taco de folios en algo lo suficientemente estimulante como para dedicarle una entrada en un blog perdido de la mano de Dios. Las ideas visuales, los encuadres, el tratamiento de las escenas, los efectos digitales y la maestría en el ritmo que demuestra el director de "Old Boy" está al alcance de muy pocos. Casi en cada escena, hay un plano, una imagen o un movimiento de cámara que atrapa y queda grabado en la mente del espectador. En este sentido, los primeros diez minutos son visualmente fascinantes, pero nada tienen que envidiar escenas como la de India y su tío al piano, la bellísima transición del pelo de Nicole Kidman a un espectacular paisaje natural o el modo en el que Park Chan-wook retrata ese "algo" oscuro en el pasado del tío Charlie. Una pena la endeblez de la historia y la ausencia de humildad en su planteamiento. De no haber sido así, "Stoker" hubiera podido ser muy, muy grande.


Un triángulo....... literalmente.
El reparto es también irregular. Mientras que la jovencísima Mia Wasikowska da todo un recital, conviertiendo a India Stoker en una virginal adolescente, capaz de convertirse en una mantis religiosa o en la hija perfecta, el presunto encargado de caldear la sesión, el británico Matthew Goode se zambulle en el ridículo y convierte al, sobre el papel, inquietante tío Charlie en un playboy de Torremolinos con la palabra "rarito" tatuada en la frente. Curiosamente, Nicole Kidman, horrible en sus últimos papeles, aguanta el tipo y logra alguna que otra expresión destacable en el saco de botox en el que ha convertido su rostro, pero poco puede hacer frente a su hija en la pantalla y, nuevamente, su papel en "Stoker" no será el glorioso comeback que muchos deseamos. ¡Ah, lo olvidaba! También sale- un ratito- Dermot Mulroney, pero no lo destaco porque está como siempre: mal a rabiar.


Acabo de calentar a la panocha y me acerco al chiringuito a por unas Mirindas
Si no soportan los agujeros de guión, si las imágenes sugerentes les pasan de largo y si consideran que ya saben todo lo que hay que saber sobre los adolescentes problemáticos y sus relaciones con los adultos, "Stoker" no es su película. Si por el contrario, consideran que, nunca se explicó cómo Hannibal Lecter logró hacerse con la pluma del Doctor Chilton y eso no es obstáculo para que  "El silencio de los corderos" sea una obra maestra, si piensan que, en ocasiones, la forma puede salvar el fondo y que  una película puede merecer la pena solo por ver cómo está rodada y por la actuación de un intérprete (¿Les he dicho ya que Mia Wasikowska está espléndida?), les invito a que se pasen a conocer a India Stoker y a su peculiar familia. Si no, al menos, acérquense a la filmografía de Park Chan-wook. Si no lo hacen, se van a perder a un grande.

9 comentarios:

Angel dijo...

cierto que su puesta en escena es prodigiosa y fascinante, el problema como bien señala usted es que el guión es tan malo, tan gratuito...el final tan ridículo que pesa sobre esa capacidad de este gran director y a la hora de valorar la película, desde mi punto de vista es de un aprobado por la mínima...
No me acabo de creer ese cambio en la joven India que por otro lado esta interpretada maravillosamente por la joven Mia wahonjusirhetya (o algo así...:) )

lughnasad dijo...

Park Chan-wook es uno de mis directores favoritos y he de reconocer que empecé a ver Stoker con ese miedo de: director extranjero en los USA, suele cagarla.
Pero la verdad que Stoker me pareció una gran película, excelente en el plano visual y muy inquietante en la historia

Tarquin Winot dijo...

Nadie puede creerse ese cambio, Angel. Ni cómo reaccionan los personajes ante ausencias inesperadas, ni muchas de las cosas que hace el amigo Charlie... En fin, un guión que convierte la casita del primer cerdito en un castillo medieval.

Me planté delante de la pantalla con el mismo terror, Lugh, pero con ver los diez primeros minutos ya supe que, al menos, había una coherencia interna con su filmografía precedente. Algo es algo.

Athena dijo...

No se lo va usted a creer, pero esta misma tarde he visto la película y ahora se me ha ocurrido entrar a su blog después de un tiempo... ¡Ni el director hubiera soñado tal casualidad! Estoy de acuerdo con usted en lo que dice. Lo único que más me ha gustado (porque está hecho para eso, evidentemente) es la escena del piano con la música de Philip Glass.

Tarquin Winot dijo...

El destino, que es muy jugetón, Athena. Sí, la verdad es que esa escena está francamente lograda. Tampoco le va a la zaga la de la escalera entre India y su tío con los zapatos de por medio... Fetichista que es uno. Jajajajajajaj

Daniel Bermeo dijo...

Yo suscribo tus palabras Tarquin, aunque quizás con un poco de entusiasmo. ¡Qué lata que el guión no sea la guinda del pastel! Pero qué maestro es Chan-Wook para preparar la atmósfera, para inquietarte, y visualmente dejar extasiado. Bravo por él y por su película que aunque tiene varios fallos se disfruta.
Un abrazo!

Tarquin Winot dijo...

Yo creo que la pata del tío Charlie es la que más falla, Daniel. Con un actor más versatil, hasta hubiera perdonado las perforaciones de guiòn que sufre la película.

Mister Lombreeze dijo...

Suscribo el comentario de Angel

Tarquin Winot dijo...

Inusual racionamiento verbal el de hoy, amigo Lombreeze. Roma lo ha dejado sin palabras, por lo que veo, jajajajajajaja.