En el centro de Madrid, e imagino que en el de la mayoría de las grandes ciudades, suele ser habitual padecer el acoso de una nube de sujetos que, cada pocos pasos, sale a tu encuentro a solicitar, cuando no a exigir y generalmente en forma de firma autógrafa, tu apoyo para una asombrosa multiplicidad de causas y campañas que van desde la instauración de la república a la defensa del hábitat natural del mapache azteca.
Normalmente no suelo hacer mucho caso a este tipo de iniciativas. O bien me repele el modo en el que el voluntario de turno intenta minar tu resistencia por la vía del cargo de conciencia o apelando a tu falta de solidaridad o bien es la causa defendida la que, sencillamente, no logra traspasar la coraza que crea la vida cotidiana en una ciudad como la mía. Pero, a Dios pongo por testigo que si hubiera encontrado algún respetable cruzado que pidiera firmas para que al pamplinas de Federico Jiménez Losantos le bajaran un poco los humos a golpe de condena judicial, hubiera firmado con sumo gusto y no poco desparpajo para apoyar tan noble causa.
Suelen desagradarme profundamente las personas que tienen el convencimiento de que las opiniones, cuanto más vulgarmente se expresan, más cerca se encuentra el mensaje de alcanzar a sus destinatarios. Esta actitud no sólo muestra el convencimiento de que existe una profunda necedad congénita en aquellos a quienes va dirigido, sino que, además pretende colocar en una injustificada primacía a quienes utilizan este medio para lanzar sus proclamas. Si a eso le añades que tampoco puedo soportar a quienes insisten en denunciar que en el desfile todos marcamos mal el paso menos ellos, es obvio que pocas cosas nos unen al amigo Federico y a un servidor.
Decía Montesquieu que la libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten y pocas cosas más ciertas existen en una sociedad que pretenda convivir de manera pacífica. Seas periodista, cura, portero de discoteca o mamporrero, existen una serie de normas que limitan tus derechos y los interconectan con los de quienes te rodean, sean éstos otros periodistas, jueces o, por supuesto, alcaldes. Por tanto, si las leyes establecen que injuriar o calumniar a un ciudadano, acusándolo de encubridor, corrupto, traidor y otras lindezas es constitutivo de delito y su comisión lleva aparejada una pena determinada, no hay libertad ni libertinaje de expresión que ampare semejantes hechos y permita la impunidad de quienes de tal modo acusan sin más prueba que la convicción moral o la iluminación divina.
Si el amigo Losantos considera que para transmitir una determinada opinión es preciso insultar, injuriar y humillar a una persona no seré yo quien se lo vaya a impedir, aunque me parezca el modo más fácil, obvio y simple de hacerlo. Pero tampoco será un servidor el que se mese los cabellos y hable de conspiraciones y variadas traiciones cuando una, o mil, de sus víctimas dialécticas, se salga por la tangente y le meta una querella en condiciones. Conmigo que tampoco cuente para defenderle como eje de la libertad de expresión y prueba viviente de que en mi país existe una mordaza mediática que asfixia a nobles y voluntariosos periodistas porque quienes eso pretendan y a tales efectos me acosen en la calle, bolígrafo en ristre se encontrarán con un sonoro "anda y que le den al capullo de Federico". Porque ser zafio y ordinario en la defensa de una causa es muy fácil y, en realidad, está al alcance de cualquiera.
32 comentarios:
Estaba ajeno de conocimiento a lo que dices. Tal vez porque soy de otro país, igualmente siempre es un placer leerte. Saludos!
No sé si este fenómeno tendrá su némesis en tu país. Si es así, te acompaño en el sentimiento, Budokan.
Hace un tiempo que comentaba precisamente esto en mi blog y es que el desprecio a los demás, el insulto como herramienta de comunicación y la violencia gratuita están a la orden del día. O es que no hace lo mismo J.R. de la Morena en su programa de deportes con aquellos que no son de su "troupe", o el sr. Mejide (o como se llame) con los concursante de OT...
Desgraciadamente la violencia y el insulto venden, y mucho
Tuve el dudoso honor de conocer in person al sapo ese y os aseguro que no lo hace por la audiencia. Es que es así...
absolutamente de acuerdo.
Me ha gustado tu blog!
Lo peor de Federico no es que hayan tipos como él ,pueden resultar tan pintorescos como Toni Genil y hasta más graciosos,lo peor es que haya otras tantos tipos,muchos,que malbaratan su raciocinio a cambio de las arengas de cualquier petulante...
Mi abuelo decía que su libertad terminaba donde empezaba la mía,con tal directriz no haría ni puñetera falta encorsetar la libertad con leyes como hacía Montesquieu.
Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas
A ver si se me entiende bien:
Yo creo que este hombre tiene un lado de genialidad en el lado periodístico pero muchas de sus formas le pierden por completo. No defiendo muchos de sus argumentos pero es un tipo documentado en muchos aspectos. Otra cosa es la forma de verbalizar todo.
A veces, crear polémica es bueno para lograr mejores audiencias y eso es lo que se busca en muchos programas de radio y TV...
Saludos, Tarquin. Gran y polémico post.
Es complicado, el panorama de la radio en este país.
De un lado un arengatario verborréico tanto como resulta bílico, al margen del fondo que lleve cuanto dice.
De otro un gracioso andalú que se hace una radio de los 50, amanerada y de provincias de esas a las que les gusta mucho que salga un cursi regalando una prosa barroca en forma de carta para apostar por ser lapidario con el tema que toque. (Herrera)
Y de otro los del bloque oficialista, tan sesgados como los otros pero pretendiéndose modernos y ecuánimes.
Yo llevo a Richard Vaughan.
JM
"Lodelfede" abre, efectivamente, el que es probablemente el debate más viejo del periodismo: el de los límites de la libertad de expresión.
Pero lo que me parece más grave es que lo que hizo (y se jacta de que va a seguir haciéndolo) fue algo más que criticar de forma más o menos zafia, burlarse u ofender. Fue herir. Y a mí alguien que se pone todos los días delante de un micrófono y no tiene entre sus máximas la de no causar dolor con sus palabras intencionadamente no me merece la menor consideración profesional ni personal.
Por otro lado, "elfede" me parece un personaje peligrosamente caricaturizable, porque cuando se caricaturiza se crea una cierta corriente de simpatía hacia el caricaturizado.
(¡Toma trabalenguas!)
Besitos a M y (por persona interpuesta) a P, que ya estará al llegar...
Y a ti también, claro.
Hasta pronto.
Manifestar mi absoluto desacuerdo con las líneas que me preceden, que acaso olvidan lo poco simpáticas y lo bastante incómodas que resultaban las Spitting Image a la corona inglesa como a Lady Margaret Thatcher.
Y en lo demás, adherirnos a la concluyente entrada de jotaeses, que pueda ser una de las escasas ocasiones en las que el clan al que represento, pueda estar alineado con él.
Filomeno Natillas, hermano menor de Aquilino.
Es un hecho que, hoy en día, se instaura el "cuando más alto, más claro". La diferencia con los que mencionas, Sach la da Otis un poco más abajo. Este tipo no lo hace para vender.....es que así.
Algún día, Otis debes dedicar una entrada a tus experiencias con el Fede y con su antepasado, el "Homo Herrerus". Puede ser un bestseller.
Gracias, Trilce y bienvenida al blog. Primera de, espero, muchas.
El problema con lo que decía tu abuelo, Monca, es que si no hay normas que determinen los límites de nuestras libertades, cada uno puede situarlos donde le plazca con lo que avanzamos poco, la verdad.
Nadie pone en duda su formación, Alberto. Indudablemente, acierta en ocasiones y dispone de una cntura de boxeador profeional, pero de lo que no se da cuenta (y si se da, le resbala) es que la cantidad de bilis en la que baña cada palabra resta calidad al fondo.
Yo, sin duda, me inclino por Carlos Herrera. Duro, preciso y demoledor... y sin faltar nunca al respeto. Larga ausencia, Jotaeme. Queno se repita :-D.
Das en otro de los palos fundamentales del tema, Mar. El tío es tan extremo y desbocado que entra de lleno en el mundo del esperpento y, en ocasiones, algunos le escuchamos para ver por donde sale, con lo que, en el fondo, le hacemos el juego.
Los Natillas son legión. Bienvenido sea este nuevo miembro. No creo que comparar el humor o la caricatura de los Spitting Image con la condición corrosiva y dañina de las opiniones de este "talibán de las ondas" (no recuerdo quién lo definió así, pero dio en el clavo) sea justo. Allí había humor grueso y de eso, aquí, poco, la verdad.
Yo es que me parto con todo este tema.. Para empezar, a Federico le veo y me entra un sentimiento de furia insana dificil de explicar.. ya sea por lo que dice o como lo dice, pero me dan ganas de atizarle un cachete para ver si lo suelto que debe de tener en la cocorota se le coloca en el sitio.. De todos modos pienso que me queda grande criticar la "libertad de expresion" a un periodista, con una trayectoria tan extensa y llena de aciertos (o tal vez no) y con un estilo tan suyo, aunque afortunadamente un Sr. Juez si que tiene el conocimiento para apretarle la bolsa testicular y dejandoselo bien clarito..
Por otro lado, no entiendo como siendo Federico Losantos la voz de la COPE (radio de la iglesia) nadie, dentro de la Coferencia Episcopal Española, haya tenido las agallas de pararle los pies antes. Ha tenido que salir sentencia, y ahora si.. ya le han advertido que seguramente se ira a la calle, que lo que hace no estta bien.. A veces no se topa uno con la iglesia ni queriendo..
Creo Profesor, que la Iglesia tiene cada vez menos poder en la Cope que, ante todo, es una empresa y como tal se rige. Cierto que luego hacen campaña en favor de lo suyo (que si la x en la casilla de la Iglesia, que si un programa con Misa en directo...) pero no menos campaña que puede hacer la Ser en favor del gobierno actual. Hoy en día más que nunca, poderoso caballero es Don Dinero, y lo demás es secundario.
Luis del Olmo, Tarquin, pequeño talibán se lo llamaba y sigue llamando Luis del Olmo
Cuando escuche la noticia me alegré. Ya esta bien de insultar y menospreciar a los que no comparten su opinión. Parece que con un micrófono se abre la veda para el ataque vejatorio. Lo que me extraña es que esto no hubiera llegado antes, porque despues resulta que las víctimas son ellos.
Que si estamos para informar, libertad de expresión etc.
Es cierto que el señor de la Morena es otro más que se pasa en muchas ocasiones pero Losantos se lleva la palma.
Creo que los periodistas están en una posición en la que ellos, más que nosotros deben cuidar lo que dicen.
Dudo que esto le cueste la cabeza al amigo Fede, Profesor. Genera pasta y audiencia, con lo que....
Es cierto, fue su "querido amigo" Luís el que amartilló el clavo. Gracias, Sach.
Nadie pide que todo sean flores y palabras bonitas y medidas. El pronto tiene su momento y es, incluso, de agradecer. Pero, como bien dices, Doc, eso no implica que se convierta en la norma y no en la excepción.
Dios!!!
Abro su blog, veo esa foto y me dan ganas de defecar...efectivamente amigo, me lo ha puesto muy facil
Pues no creas que no he intentado encontrar una foto favorecedora del muchacho,para que nadie me acuse de sectario y enemigo de la libertad, pero te juro,Ángel que esto es lo más cercano que he logrado.
Yo es que a este ser del que hablamos nunca lo ESCUCHO porque el mero hecho de OIRLO me crispa. Y empezar el día así no es lo mío (cuánto añoro el gomaespuma matinal...)
Pero sí es cierto que me aterra la manera en que -admitámoslo- atrapa a su público.
Yo, de la radio, Ramón Palomar y poquito más.
Disculpa mi ignorancia, Princesa (por cierto, me encanta tu nuevo look), pero, ¿quién es Ramón Palomar?
Es mi héroe de radio local. La putada es que es local.
POr cierto que hemos conseguido que uno de mis progenitores deje de escuchar al potRagonista de esta entrada : YUPI!
Federico ha perdido los papeles y degrada la profesión periodística. un abrazo.
Buen trabajo, Princesa. Fede pierde Valencia. Vamos por el buen camino.
No te puedo quitar una coma, Fernando. Conozco no pocos periodistas que tampoco la quitarían.
Anda que abrir tu blog y encontrarme de sopetón con Losantos...
No leo su columna, pero en la televisión de ONO a veces he pillado algún trozo de "La noche con Federico" en Libertad Digital o alguna cadena similar y el hombre es lo más parecido a Perfectus Detritus que tenemos en la política nacional. No me cae bien, pero personajillos polémicos y despreciables nunca están de más para animar el panorama. Sin Losantos la vida sería más aburrida.
Bienvenido, hermano Lobo. Todavía reviso tu entrada sobre Eurovisión los días que ando falto de fuerzas. Gracias por la visita.
La verdad que no te has podido expresar mejor y por lo que se ve tus palabras nunca son vulgares, tarquin. Precisamente tu riquísimo vocabulario es algo que te caracteriza.
En fin, viva la libertad mientras no incurra en la del resto.
Un abrazo!
Gracias, Clara. Con cosas así, uno va a trabajar de mejor humor :-D
Este senor (por llamarlo delguna manera), se dedica a babear odio, mientras la iglesia, le besa donde la espalda pierde su casto nombre y ya de paso, el les complace con insultos hacia lo enemigos de ESPANA Y DIOS!!! como una vez le oi decir...
A veces me da pena, otras me rio y hoy ha conseguido mucho... que hablemos de el, cuando no lo merece.
Saludos y espero que tu hijo o hija, pueda criarse en un mundo con pocos Lossantos y muchos Herreras, Fancinos, Gabilondos ect ect
Me temo que a mi niñita no le va a quedar más remedio que convivir con tipos así. Sólo espero que sepa distinguir la paja del grano. Grande volver a saber de ti, Nona. Besos.
Qué bien escribes. Y de acuerdo contigo en todo lo que expones estoy. Muchas gracias por invitarme a leer tu entrada, si no es molestia, voy a cotillear otras entradas. Saludos.
Faltaría, más. Está usted en su casa. Espero que te guste lo que veas y bienvenido.
Ya se que este post tiene tiempo, pero es que al leerlo en el apartado de grandes éxitos del ladrillo me he acordado de una situación que viví no hace mucho. Concretamente hace dos semanas.
Para empezar: estoy trabajando en la emisora donde estaba antes este señor soltando sus arengas, y llama una señora de avanzada edad (de unos ochenta años) y que estaba más para allá que para acá. Preguntaba por este sujeto, que quería hablar con él para darle la enhorabuena por su programa. Sinceramente, la cara de circunstancia que se me quedó era indescriptible. Tras intentar explicarle que hacía 4 años que ya no estaba (y que parece ser que no entendió), le dije que no se preocupara, que le pasaba con él. Obviamente le colgué, más que nada porque no me dejaba trabajar.
Imagino que como a su nueva emisora no la conoce ni el Tato, María, la mujer paleolítica que te llamó tiró de memoria histórica. Bien colgada, por cierto.
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