A pesar de haber vendido más de 25 millones de ejemplares de sus más de ochenta novelas, nunca he logrado entrar en el personal mundo del escritor tinerfeño Alberto Vázquez Figueroa. Recuerdo que hace unos años, intenté introducirme en su universo a través de "Tuareg", una de sus obras más conocidas y perecí en el intento, asfixiado por una nube de sopor y aburrimiento que me atacó allá por la página treinta. Desde entonces le puse una cruz y he ignorado de manera orgullosa y estúpida la prolija producción de este hombre. Hasta ayer, que, reconozco, me dejó gratamente sorprendido en una entrevista que le hicieron en televisión con motivo de la publicación de la que es su última novela y que responde al muy "westerniano" título de "Por mil millones de dólares".
En una iniciativa ciertamente arriesgada e innovadora en nuestro país, el escritor canario ha acordado con su editora la comercialización simultanea del libro en tres formatos: tapa dura, de bolsillo y como e-book. Mientras que el precio del primero es de unos 20 euros, la edición de bolsillo sale a algo menos de la mitad y el e-book lo puedes descargar directamente de Internet sin coste alguno. Por si esto fuera poco, mi chicharrero favorito ha renunciado a los derechos de autor de ésta y de las novelas que publique en el futuro (ya tiene dos escritas y preparadas para salir al mercado) y ha autorizado a que cualquier periódico o revista las saque en sus páginas sin pagarle un duro por ello.
En una situación como la actual en la que las descargas desde Internet, el "Top Manta" y los abusivos cánones de la SGAE son motivo continuo de polémicas, generalmente banales y basadas exclusivamente en el resultado económico de lo que uno escribe, compone o filma, la iniciativa de Alberto Vázquez Figueroa es, cuanto menos, encomiable. Y no se ha vuelto loco ni se le ha reblandecido el cerebro a consecuencia de las tórridas temperaturas del archipiélago: la cruzada iniciada por el escritor es fruto de un razonamiento sencillo, pero innovador: si no hay lectores, no hay beneficios. Por tanto, cuando haya muchos lectores ya llegaran los beneficios.
Colocando al alcance del público una obra en tantos formatos, la posibilidad de captar lectores aumenta de manera exponencial. Tan sólo un cinco por ciento de los libros que se venden son ediciones "en tapa dura". El resto son adquiridos en su formato de bolsillo cuando salen al mercado varios años después, con su poder comercial francamente perjudicado por el paso del tiempo. Si la inmensa mayoría de los ejemplares que se compran son en este formato, ¿por que retrasar su salida al mercado? Por otra parte, es evidente que existe un sector de lectores más exigente con las formas que prefiere pagar más por lo mismo. Respetable, pero no justifica que se les dé prioridad respeto a los demás lectores, los que adquieren la obra y no el libro. "Prefiero que me lean dos estudiantes, obreros o secretarias en el autobús por siete euros, que un alto ejecutivo en su cómodo despacho por 20, porque aunque gane menos, esos dos lectores se convertirán en cuatro y luego en ocho, y resulta evidente que existen mucho más obreros, estudiantes y secretarias que altos ejecutivos". En este sentido, el razonamiento del escritor es inatacable y no hay duda que amplía enormemente el mercado. La posibilidad de descargar el libro desde Internet es la guinda de este innovador pastel cultural.
Siempre habrá algún demagogo que diga que todo esto es para la galería y que si quisiera ser coherente con estos principios de universalidad cultural que defiende, debería hacer lo mismo con todas sus novelas anteriores y renunciar a sus derechos de autor, colgando sus obras en Internet y autorizando a todos a reproducir sus libros sin coste alguno. Pues sí, quizás debiera hacerlo, pero lo que es seguro es que se encuentra en una situación en la que podría, perfectamente no haber hecho nada y seguir cobrando un buen dinero de sus obras precedentes, de la actual y de las muchas venideras. Y, sin embargo, se lía la manta a la cabeza, renuncia a un buen puñado de euros y capitanea una iniciativa que, desde luego, no le va a generar amistosos parabienes de sus compañeros de profesión. Ignoro si el proyecto funcionará o no, pero por lo que a mi respecta, acaba de ganar un lector.
15 comentarios:
Sí que es curioso en estos mundos que nos han tocado vivir, sí. De todas formas a mi sí que me ganó con Tuareg, pero a lo mejor es porque el desierto me fascina y es que, claro, teniendo tan cerca Los Monegros...
Nos leemos (y a él también).
Los escritores "mainstream" nunca han sido mi fuerte , e este caso me inicié en sus obras, al igual que tú , con Tuareg , recuerdo por cierto haber visto de niño la adaptación cinematográfica(si no me equivoco). La iniciativa de colgar los textos gratuitamente e internet me parece , como no , simplemente cojonuda y muy de agradecer.
Saludos
A mí me parece tan loable su iniciativa como poco atractiva se me hace su forma de escribir.
Recuerdo que recien alboreados los 80, cuando me principiaba en las cosas informáticas, el pirateo de software lúdico amenazaba cosa mala a la industria (eso decían).
En aquellos tiempos las distribuidoras optaron por hacer algo muy sencillo: bajar los precios. El mercado reaccionó de inmediato puesto que todo el mundo prefería el software comprado, con sus presentaciones y documentaciones, y el precio era lo único que alejaba al público de la compra de software original.
Pero nadie parece acordarse de aquello y nadie quiere bajar los precios.
Ramoncín me cae mal
JM
Me parece una apuesta muy arriesgada y coherente, ojalá todos lo escritores hicieran lo mismo.
Saludos.
Me parece muy bien la iniciativa que ha tenido este señor, al igual que la que tuvo Prince al regalar su nuevo disco al comprar el periódico británico 'The Mail on Sunday', y ¡al precio habitual!
Parece que "algo" se está moviendo. Espero que muchos autores sigan su ejemplo.
Me parece una de las mejores campañas para potenciar la lectura que he visto jamás.
Cultura al alcance de todos, por cero euros,..¿qué mas se puede pedir?
Muchos deberían seguir su ejemplo.
Hatt: Por lo menos le daré una nueva oportunidad. Me pasó algo parecido con "Cien años de soledad", que lo dejé por aburrido y ahora es uno de mis libros de cabecera.
Azid Phreak: Hasta Locomía ha vuelto......sin uno sólo de sus repugnantes componentes. Es como si los Jackson Five anunciaran su vuelta para chupar del bote y aparecieran cinco chinos vestidos de lagarteranas.
Herman Monster: Existió, efectivamente una versión para el cine con Mark Harmon como el inefable tuareg. Por cierto, es de 1984.......yo no digo nada.
Jotaeme: Siempres me sorprendes, amigo mío. Mi odio por Ramoncín y su pose de pelagatos con parné me repatea los higadillos.....pero no termino de ver la relación. Dejando a un lado ese detalle, estoy plenamente de acuerdo con lo que dices. Si los precios se ajustaran, estoy convencido de que la gente respondería. Yo respondería, sin duda alguna.
Rodi: No confío mucho, la verdad. Me cuesta imaginar, por ejemplo,a mi amigo Juan Manuel de Prada secundando esta iniciativa y poniendo en la red sus vomitivas novelas.
Kampanilla: Ignoraba que mi enano favorito había tenido esa iniciativa. Siempre innovando. Siempre en la brecha. Un mito, este hombre.
Priscila: A mí, también me lo parece. El Ministerio debe estar verde de envidia.
Y nada menos que 3 millones de copias repartió Prince por todo UK. Además de los más de 20 conciertos que el amigo va a dar en Londres, en donde regalará un disco a cada espectador. No está mal. A alguno se supone que le gustará y el próximo disco igual lo compra, o incluso alguno de los anteriores, cosa que recomiendo. Por cierto, una de esas copias la tengo yo :-) Bienvenidas sean pues estas iniciativas.
La verdad es que si bien es una apuesta arriesgada no creo que vaya a ganar mucho o perder otro tanto. Estas cosas funcionan cuando ya tienes un nombre y un respaldo económico. Interesante el caso planteado en el post. Saludos!
Veo que eres un acérrimo del genio de Minneapolis, Fink. Me alegra encontrarlos, ahora que todo el mundo gusta de criticar al que es, sin duda, uno de los grandes monstruos de la música.
Tienes razón, Budokan, pero lo importante es romper el hielo, aunque sea desde una desahogada posición. Lo demás vendrá seguido.
Yo también intenté leer TUAREG...sin éxito.
Asimismo, odio a Ramoncín y -aunque no sea fan en sentido estricto- yo al tío que escribió y cantó KISS con tanta regracia se lo perdono todo: DON'T HAVE TO BE BEAUTIFUL, TO TURN ME ON...
¡que se me van los pieses!
aunque el artículo es muy bueno... debo discrepar!!! El caso que yo planteaba es muy diferente porque el libro que se va a lanzar tiene a muchas personas histéricas esperando... y más de uno comprará sin esperar
Lo decía más bien, Cotu, por el pensamiento de que unos pocos llevarán a muchos a comprar el libro, es decir, que las editoriales, en definitiva, equivocan la estrategia y más con la que está callendo.
sí, en ese sentido si es verdad que estamos en un caso muy similar... las editoriales son el veneno de la lectura jajaj
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