miércoles, 26 de enero de 2011

Desde el desván


Como ya comenté hace un par de semanas, con motivo de la entrada número doscientos, durante este año 2011 voy a ir recuperando algunos escritos de los que, por uno u otro motivo estoy particularmente orgulloso.

En algún caso, será por la calidad que, desde un punto de vista completamente personal, atesore el escrito. En otros, el mérito residirá en haber sabido pulsar las teclas adecuadas para generar controversia y un vigoroso caudal de opiniones. Arrincono expresamente los más ligados a la actualidad del momento que, obviamente, quedan desdibujados por el tiempo y pierden toda su esencia cuando se sacan del contexto en el que fueron escritos.

Algunas de las piezas se publicarán tal cual aparecieron originalmente, pero como ocurriría si se tratara de una vieja mecedora, no descarto volver a mostrar algunas otras convenientemente barnizadas, desempolvadas con pulcritud o, quién sabe, convertida en una cesta para fruta. Para bien o para mal, el tiempo al pasar, todo transforma. Incluso las ideas más firmes e indiscutibles.

Tras varios titubeos acerca del nombre con el que identificar estos escritos ("El baúl de los recuerdos" o "Los que fueron" llegaron a la criba final) he decidido, finalmente, que la sección se llamará "Desde el desván". Me parece preciso, muy indicativo del objetivo que persigo (sacar a la luz elementos que, por el paso del tiempo han perdido pie y puede ser interesante rescatar) y, sobre todo, sugestivo y musical. A mí, me gustaría leer una sección con ese nombre. Espero que a vosotros también.

3 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

Estaremos atentos a ver qué traes.

saludos

María dijo...

A ver con qué nos sorprendes.

Tarquin Winot dijo...

Espero que os guste la idea, chicos. Gracias.