jueves, 28 de febrero de 2013

Duérmelos suavemente

Primeramente, quisiera pedir disculpas por si el tono de esta entrada resulta disperso, poco centrado. Como adormilado o carente de energía. Es bastante tarde y, a estas horas, el cerebro ya no le funciona a uno como debiera. Sin embargo, dada la amistad que me une con ustedes es mi deber, prevenirles contra "Mátalos suavemente", la última película del norteamericano Andrew Dominik que hace ya unos años ganó puntos entre el público a través de ese manifiesto contra la elipsis que fue "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford".....

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.... Upss, perdón. Ha sido ponerme a recordar el argumento de la película (y acabo de terminarla hace diez minutos) y me he quedado como un cesto. Vamos a ver si me centro. 

El guión, obra del propio Andrew Dominik, adapta las 230 páginas de la novela homónima de un tal George V. Higgins. Ni la he leído y, visto lo visto, me temo que tampoco la leeré. Sinceramente, me parecen muchas hojas para contar algo tan simple como que dos rateros de cuarta atracan una timba ilegal y los mafiosos a los que han sustraído el dinerito, molestos, sin duda, contratan a un sicario con cara de Brad Pitt para que los encuentre y los mate. Noventa minutos justitos. Y le sobran casi cien. 


Como la trama no da para más y Dominik es uno de esos directores modernos e intensos que además de dirigir, escriben, fotografían, componen, montan y calientan las hamburguesas del equipo, pues el periplo del marido de Angelina Jolie recortada en mano, se llena de escenas larguísimas, innecesarias, aburridísimas y  sobresaturadas de soberbia, rodadas por el muchacho con el convencimiento inequívoco de estar regalando a la humanidad LA PELÍCULA, así en grande, para que todo el mundo lo vea. 

Y si, al menos, los personajes no hablaran, podríamos disfrutar de la estupenda fotografía de Greig Fraser, de algún acierto aislado (el robo que todo lo inicia o la conversación entre Pitt y uno de los rateros en el bar) así como del buen hacer de algunos de los actores como el propio Pitt, Ben Mendelsohn (impecable) o el gran Ray Liotta, que, a pesar de recibir más palos que Candela Peña la noche de los Goya, y de pasar más tiempo en el suelo que de pie, sigue demostrando que es carisma en estado puro. Una pena que, de un tiempo a esta parte, él y su dieta parezcan empeñado en que protagonice la adaptación al cine de Mister Potato. 

 
Pero no, "Mátalos suavemente" no es muda. Muy al contrario, Dominik, no sé si por voluntad propia o porque ya estaba en la novela, acompaña sus soporíferas aunque, en puntuales ocasiones, bellas imágenes, con unos diálogos de vergüenza ajena, ampulosos, alambicados y, ante todo, aburridos, sobre el mundo en el que vivimos, la violencia que nos rodea, lo mal que le sienta a la gente el paso del tiempo, los políticos, las drogas y los....

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... Otra vez me he venido abajo. Les pido disculpas. He recordado las estupideces intrascendentes que suelta James Gandolfini en la película para justificar porque ya casi no mata y ha vuelto a darme el tabardillo. Acabo, que veo que al final dejo este tema sin resolver.

Háganme caso, no malgasten ni un minuto con este tostón presuntuoso: hagan el amor, calceta, huevos fritos. Jueguen al Apalabrados o al Monopoly. Lo que sea, con tal de no tirar a la basura, noventa minutos de sus irrepetibles vidas en esta mamarrachada soporífera. Ni siquiera se acerquen a ella si lo que buscan es echarse un sueñecito. Para eso es mejor que canten aquello de "Soft kitty, warm kitty" que tanto calma a Sheldon Cooper. Aunque no tan eficaz, sin duda es mucho más entretenida.

6 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

little ball of fur!

Tarquin Winot dijo...

Jajajaja.. Es de lo mejor de una serie memorable, amigo Möbius

manipulador de alimentos dijo...

Andrew Dominik nos ofrece en 'Mátalos suavemente' un thriller intenso, con ritmo, repleto de escenas vibrantes y diálogos frescos, con humor y drama, una película de factura clásica pero que debe gran parte de sus hallazgos a contemporáneos como Tarantino o Michael Mann. La escena entre Brad Pitt y Tony Soprano, James Gandolfini, es soberbia. No es una obra maestra pero defraudará a pocos. Un saludo!!!

Tarquin Winot dijo...

Pues debemos de haber visto películas distintas, amigo manipulador, porque todo lo que destacas es lo que a mi me provoca un sopor invencible. Pero bueno ya se sabe que para gustos, colores. Bienvenido, por cierto. Si no me equivoco es la primera vez que comentas en la escombrera

León dijo...

A mi me gustó, aunque los momentos de las peroratas de Gandolfini me sacaron bastante de quicio. En ese aspecto Tarantino ha hecho mucho daño, ya que parece que cualquier dialogo largo que hable sobre banalidades y recitado por un buen actor, parece que tiene que ser necesariamente genial... Si te apetece leer lo que escribí sobre ella:
http://lagatacongafas.blogspot.com.es/2012/10/solo-son-negocios.html
No sé si Sheldon Cooper le gustaría...
Buen blog. Lo añadiré a mi blogroll y cuenta con un seguidor más.
Saludos

Tarquin Winot dijo...

Pues bienvenido sea un nuevo seguidor, Leon. Me paso a leer que te pareció la película de marras.