miércoles, 25 de julio de 2007

Alopecia galopante


Moriré calvo. Es una lástima, la verdad, ya que, sin ser un prodigio capilar, respetables mechones de cabello, cubren , en la actualidad, la considerable superficie de mi azotea. Mucho me equivocaba yo al pensar que, en unos añitos podría imitar las canosas melenas de un Richard Gere o, al menos, las ráfagas nevadas de Harrison Ford, pero, desgraciadamente, no parece que eso vaya a ser posible.


Y lo que más me irrita es que al culpable de esta alopecia en potencia no le puedo coger de las solapas y abanicarle el rostro con dos vigorosos sopapos, por mucho que me apetezca. La razón es que no es otro que mi amado progenitor el causante de esta futura desdicha; como su estado capilar le hubiera permitido hacer de doble de Kojack para las secuencias peligrosas y yo he convivido con su mal durante tantos años, mis posibilidades de conservar intacta mi flora craneal son ínfimas por no decir nulas. A esta terrible y peliaguda conclusión he llegado mientras leía los argumentos que ha esgrimido, Fernando Ferrín Calamita, Juez de Familia en Murcia para entregar provisionalmente la custodia de dos niñas a su padre y no a la madre, la cual mantiene una relación amorosa con otra mujer.


Según este señor, "la relación lésbica que mantiene la madre con otra mujer influye negativamente en la educación y crecimiento armónico de las menores". Por otra parte, "esa formación integral es imposible que se la de un progenitor homosexual, por mucho respeto que me merezcan las personas homosexuales, pero aquí prevalece el interés superior del menor". No obstante dicho respeto, "la condición de toxicómano, pederasta, prostituta, pertenencia a una secta satánica, etc., afecta negativamente a los hijos. Al igual que una relación heterosexual del progenitor custodio puede perjudicar a los menores y servir de base para un cambio de custodia, lo mismo la de un homosexual".Y, por último, la clave de todo este asunto y lo que me ha llevado a mis mencionados terrores "es el ambiente homosexual el que perjudica a los menores y que aumenta sensiblemente el riesgo de que éstos también lo sean".




Si estas cosas, las hubiera oído en la calle, en medio de una manifestación de falangistas o como frases sueltas en una charla entre quinceañeros, hubiera mirado para otro lado con cierto desprecio y hubiera seguido mi camino con la seguridad de haber escuchado una cesta de idioteces, fruto de un anquilosamiento histórico inconcebible en pleno siglo XXI. Sin embargo, dichas frases están extraídas del texto de una resolución judicial firmada a mediados de julio de 2007 y, supuestamente meditadas, razonadas y, lo más importante, dictadas con base en algún lugar del ordenamiento jurídico español.


Pero el caso es que, por mucho que vengan dichas por un juez (y de familia por matizar algo más), algunas de las cosas que se deducen de lo escrito no parecen tener mucha enjundia jurídica y son disquisiciones morales o éticas que, además de inadmisibles en la España de hoy en día, pecan de una simplicidad de concepto que, en principio, no parece que debieran ser admitidas en los, por otra parte, muy respetables Tribunales de Justicia.

Y si no es así, daría un puñado de cabello de mi futura calva porque el señor magistrado me indicara que ley, costumbre o principio general del derecho ha utilizado para equiparar un pederasta con un homosexual, entre los cuales no parece existir otra diferencia que la diferencia de edad de los que participan en las relaciones sexuales que mantienen.


Tampoco estaría de más que nos indicara este miembro del Poder Judicial, la argumentación jurídica que le ha llevado a concluir la existencia de una igualdad adictiva subyacente entre los toxicómanos y los homosexuales, como si éstos no pudieran controlar sus deseos igual que un heteresexual y vivieran en una especie de desenfreno fornicador y lujurioso.


Por último, sería interesante conocer los códigos legales consultados para concluir que un ambiente homosexual es perjudicial para la formación de un menor. Porque a mí, no me queda claro que una pareja homosexual que sea capaz de generar un escenario de amor y respeto, vaya a ser más perjudicial para la formación de un menor que una familia tradicional española en la que el fútbol, los toros, los gritos y el machismo activo y pasivo anden desatados. ¿Que no todas las familias heterosexuales son así? Lo sé. Como también sé que las parejas homosexuales no van por la vida follándose cualquier semoviente ni carecen de las aptitudes suficientes para dotar a uno o a dos menores de una educación tan sana y normal como la que pueden proporcionar cualesquiera dos personas que se amen y respeten.

Mi padre no es pederasta, mi madre no es toxicómana y yo, pese a haberme educado en un colegio de curas, ni soy homosexual ni satánico. Viendo la vida como la ve este caballero, algo se me ha tenido que pegar de mis muchos años de hijo de mis padres y si con todo lo positivo que me he llevado de ellos, lo peor que me puede pasar (y visto lo visto, pasará) es una alopecia en condiciones, que así sea.

11 comentarios:

sonia f dijo...

Lo que me da miedito es que al parecer ya se tenía noticia de las particulares interpretaciones de la ley que hacía el sujeto, y seguía ejerciendo como si nada... en fin...

Anónimo dijo...

Qué fácil, qué poco esfuerzo mental y cuán poca inteligencia hace falta para conducirse por la vida pertrechado de un catálogo aprendido de conductas y principios correctos y creerlos la verdad absoluta.

Así, sin más herramientas que un mero juicio comparativo, observamos la diversidad y sometiéndola a la limitada cognitio aprendida de tus ancestros, concluyes que todo lo diverso es erróneo, está mal y debería ser ilícito, ilegal, y además, pecado, o al menos que engorde.

Sin hacer apología de una bandera que no es necesariamente la propia, ¿por qué no podrá uno acompañarse la vida de quien mejor le venga en gana, sin que tenga que hacer frente o esquivar a los que haciendo gala de una hambruna intelectiva de primera, sojuzgan tu comportamiento, pareciéndoles bien o mal, como si algo importase al mundo su aprobación o falta de ella?.

Resulta triste que haya quien se ocupe tanto en las vidas de otras personas, acaso por evidente insatisfacción y disgusto en las propias, tan ad hoc, tan correctas, tan propias de la dictadura única de la moral y las buenas costumbres.

Cuánta astringencia en el pensamiento han traído las religiones, todas, qué castradoras y asfixiantes y qué comodos viven en ellas los menos dotados.

JM

Tarquin Winot dijo...

Poco que añadir a esta acertada diatriba, jotaeme. Parece mentira que, hoy en día, cuando hay más acceso a la información que nunca en la historia todavía permanezcan entre nosotros dinosaurios de este calibre y, además con la delicada misión de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Odín me libre de caer en manos de sujetos de este estilo.

Tienes razón, princesa. El tipo es un auténtico profesional del despropósito, pero, en esta ocasión, parece, por lo que oido que le va a costar un expediente disciplinario que, si bien no le supondrá la salida de la carrera judicial, podría implicar un correctivo de cierta importancia. Veremos a ver.

Rossa Moon dijo...

Me hace a mí mucha gracia esa conclusión de que en una relación homosexual puede "aumentar sensiblemente el riesgo" de que los hijos también los sean.¿Qué riesgo?, me parece mucho más riesgo que de una pareja supuestamente heterosexual ha nacido un "hijoputa" como éste que pueda arruinar la vida de las personas dictando sentencia.

Además no entiendo la ecuación...¿por qué existen homosexuales si se supone que nacen de parejas heterosexuales?

Con lo fácil que es respetarse y que la gente viva feliz. Estoy totalmente de acuerdo con jotaeme en la maldita obsesión que tienen muchas personas de meterse donde no les llaman en base a no sé qué defensa de no sé qué familia. Para mí, familia es amor mutuo y nada más. Y cuántos corpúsculos que se denominan familia o que siguen el "supuesto modelo" de familia serían para vigilar y de cerca, porque luego se crían individuos como este juez de ¿familia?.

Tarquin Winot dijo...

Además...¿riesgo? ¿De ser homosexual? ¿Y? Me preocuparía tener un hijo tan fuera del siglo XXI, pero ¿homosexual? Si es feliz, si tiene principios, si se gana la vida correctamente y como dice Imana mantiene con sus hijos o con su pareja una relación de amor y respeto, ¿qué coño de riesgo es ese?

Anónimo dijo...

El fin único de la sexualidad es la procreación, el matrimonio sólo sirve al propósito de la perpetuación de la especie; ese es el principio atávico que está grabado a fuego en la comunidad católica.

Es curioso cómo los católicos son tan tolerantes con otros credos con ritos algunos ciertamente desagradables, y lo intolerante que resulta ante hechos como la convivencia con alguien del propio sexo o como la consideración del sexo como algo distinto a una herramienta para cumplimiento del plan maestro de dios.

El caso es la intromisión en la vida ajena, la eterna observación del vecino, la pronta denuncia de lo diferente, constumbres todas ellas nacidas de los tiempos en que la Inquisición era santa y benefactora.

JM

Profesor Moriarty dijo...

Pues poco mas que añadir a tan grandes comentarios. Tan solo constatar mi repulsa a la estrechez mental de un señor Juez que debe de haberle dado en toda la boca su mezquindad, o al menos es mi deseo.

Un saludo.

Tarquin Winot dijo...

Bienvenido, Moriarty. Coloco enlace directo a tu gen oscuro.

nonasushi dijo...

LA LECHE, por no decir otra barbaridad, hay que joderse las cosas que hay que oír. En fin, cosas que pasan. Menos mal que no todos piensan así. Gran post

Unknown dijo...

Imagino que poco a poco, y con las nuevas generaciones pisando fuerte y más predispuestas a abrirse a nuevas posibilidades antes vetadas, la cosa cambiará.

No obstante, mientras se utilice la sexualidad como argumento no estaremos seguros de los síntomas que anuncian un cambio en la sociedad del siglo XXI.

Tarquin Winot dijo...

Nonasushi: Hacía tiempo que no te veía por aquí. Gracias por el comentario.

Pablo: Aunque es cierto que las nuevas generaciones van acabando con estas ideas prehistóricas, existe aún mucha gente que concretamente sobre este tema de la homosexualidad anda aún en pañales.

Bienvenido, Pablo. He puesto un enlace directo a tu blog. Espero que no te importe.