martes, 19 de mayo de 2009

Punto y final: Mario Benedetti


El poeta ovetense, Antonio Gamoneda, que escribe cosas como "ha venido tu lengua; está en mi boca / como una fruta en la melancolía. / Ten piedad en mi boca: liba, lame, / amor mío, la sombra" se ha saltado las más elementales normas de protocolo y, apenas unas horas después de su fallecimiento, ha calificado al escritor uruguayo Mario Benedetti de "poeta menor". Al parecer, su lenguaje era un lenguaje "normalizado" y su obra confunde la esencia de la poesía, que no es "reflexiva o crítica", sino "otra cosa".

Pues quizás sea así. Tal vez, Gamoneda lleve razón y todos los que hemos disfrutado con el deslumbrante lenguaje del uruguayo hayamos dado palos de ciego durante estos años (pocos en mi caso, pero intensos, sin duda) sin acertar nunca con la verdadera esencia poética. Ni lo sé, ni mucho menos me importa y no pienso dedicar ni un minuto a discutir de este tema. Me faltan conocimientos, criterio y, sobre todo ganas.

Pero una cosa sí sé y es que el único libro de poesía que he leído sin mediar imperativo académico ha sido "Antología poética", de un caballero llamado Mario Benedetti. Y he disfrutado cada palabra con el fervor de un converso, admirado y entregado de pies y manos. Y también sé que desde que leí su novela "La tregua", nunca jamás he vuelto a dudar cuando alguien me ha pedido la recomendación de un libro o que cite mi obra literaria favorita. En este sentido, no tengo la certeza pero sí la seguridad de que si no fuera por que decidió escribirla en prosa, "La tregua" sería el poema más hermoso de toda la literatura hispanoamericana.

Mayor. Menor. El tamaño sólo importa a quien desea tomar medidas y cerciorarse de cuál sea su propia talla pero, en realidad poco importa cuando uno pasa por la vida tocado por el genio. Así anduvo Mario Benedetti por el mundo durante casi noventa años, sin tomar a nadie la medida y dando siempre la talla. Gracias por ello y buen viaje.


"¿Cómo compaginar
la aniquiladora
idea de la muerte
con este incontenible
afán de vida?

¿Cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?

¿Cómo desactivar la lápida
con el sembradío?
¿La guadaña con el clavel?

¿Sera que el hombre es eso?
¿Esa batalla?

Esa batalla
"Cotidianas", 1978-1979
Mario Benedetti (1920- 2009)

9 comentarios:

sonia f dijo...

Qué bonito!. Anoche vi el funeral por la 2, y una entrevista con Sánchez Dragó y me pegué una sanísima llorada de despedida y de agradecimiento y de todo.

Me emocionó ver su féretro llevado por jóvenes con rastas y mochilas, por señores de mediana edad, por cualquiera, por todos. Más cariño no se podía palpar en el ambiente.

Y Gamoneda me comercoño ya para siempre, la persona que escribió la carta de la esposa fallecida en "La Tregua" no es un poeta menor, es un poeta MAYÚSCULO, incluso cuando escribe en prosa.

Señor Gamoneda: la envidia es muy mala.

Sach dijo...

Una verdadera lástima (lo de Mario y lo de Gamoneda) No puedo presumir de ser ávido lector del señor Benedetti, cosa que espero solucionar en breve, pero si que alguna que otra vez me he dejado cautivar.
Curiosamente yo me quedo con un relatito que tampoco es poesía. Quizá sea porque en él incluye a esa especie tan rara que forma parte de la fauna del fútbol y que son los Porteros. Y seguro que es porque los retrata de una manera extraordinariamente fiel.
Por ello me quedo con "El Césped" que por si a alguien le pica la curiosidad, me tomo la libertad de dejar aquí

Faria dijo...

Una pérdida.

Y mucha mala envidia que tiene el tal Gamoneda, al que supongo que ya le gustaría tener la "esencia poética" de Benedetti y, cómo no, su fama y reconocimiento. En el pecado ya lleva la penitencia.

Anónimo dijo...

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

Tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

Y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos

Benedetti ha muerto como el amor que algunos proclamaban con este poema... una pena

Tarquin Winot dijo...

La verdad es que era un hombre mi querido y apreciado y dudo mucho que lo fuera únicamente por su cara de abuelo entrañable. Algo habrá tenido que ver la calidad de su obra. Por cierto, Cosmic, que, como ves, te he fusilado el título de tu última entrada en el final de la mía. ¿Cobras derechos de autor?

Excelente ejemplo de lo que fue Benedetti, Sach. Ahora, a por "La tregua". Me lo agradecerás.

No sé que fumaría Gamoneda para perder de semejante manera el sentido del tacto y la oportunidad, Faría, pero creo que la ha cagado en firme.

Gracias, Anónimo contribuyente. Es una pieza preciosa.

cosmic girl dijo...

Me los cobro en fotos de la heredera: ASÍ QUE YA SABES, A ACTUALIZAR.

Lo de Gamoneda fue un ataque de cuernos normal y corriente. Lo que pasa es que algunos cuando tenemos el ataque de cuernos somos conscientes de que hay que contar hasta diez y respiraaaaaaaar.

Ѕilυiα dijo...

No conocí a este escritor hasta el día de su muerte. En un blog le dedicaron una entrada donde ponía un párrafo del libro "La Tregua". Ayer mismo lo compré y me lo leí del tirón. Sin palabras. Precioso.

Simone Marie dijo...

Definitivamente el poeta de mi adolescencia..lo descubrí en el instituto y me enamoré.No habrá otro como él.

Tarquin Winot dijo...

Ya tengo elegida la foto para la cabecera, Cosmic. Un poco de paciencia que ya sabes que la informática y yo tenemos nuestras serias diferencias.

Me alegro mucho de que te gustara, Sylvia. Desde que lo devoré es, sin duda, mi libro de referencia.

Yo lo conocí hace un par de años por cortesía de mi amigo Otis, Simone. Completamente de acuerdo, Benedetti es único.