sábado, 1 de agosto de 2009

Apagado o fuera de cobertura


Según un chiste que contaba mi padre hace años a cuanto infante pasaba por su lado, las personas más pobres de China se llamaban Chin-lu, Chin-agua y Chin-na. Parafraseando esta vieja herramienta humorística paterna, aprovecho para presentarles a la oveja negra de la familia, el miembro más acaudalado, en lo que a riqueza de espíritu se trata: Chin-curro, también conocido como Tarquin Winot o el babeante padre de la heredera más bella del universo.

Sí, amigos, hoy, después de un demoledor inicio de año, servidor desconecta ordenador y agenda, laboral, practica la papiroflexia con los partes de actividad y esconde en el fondo del mar las llaves de esa prisión laboral en las que ha permanecido encerrado los últimos meses, bajo unas medidas de seguridad que el mismo Edmundo Dantes hubiera considerado extremas y se marcha a descansar sin mancha o cargo de conciencia alguno en el horizonte. Dan inicio, por tanto las vacaciones más deseadas de la historia, en las que mi encopetada testa sólo va a tener neuronas operativas para analizar las infinitas formas que puede adoptar esa especie en extinción que es el puro y simple ocio en compañía de la adorable señora Winot y de esa heredera tan comestible que me quita las penas con sus recién cumplidos doce meses.

Volveremos a la escombrera de ladrillos a finales de agosto, con las pilas recargadas, las ideas recién pasadas por el túnel de lavado y la ilusión con la garantía renovada por otros doce meses. Buenas vacaciones a todos y nos vemos en septiembre.