Por mucho que, de adolescente a uno le gustara ir la cine para algo más que tirar palomitas a las chicas de la fila de delante, por mucho que uno se fijara en si el director había hecho un plano secuencia deslumbrante más que en si Rambo había matado a 60.000 o 60.001 comunistas, por mucho que uno admirara una buena interpretación más que un biceps de titanio, por mucho que uno, en definitiva, viviera el acontecimiento de ir al cine como algo más que una escapada en solitario y temporal del nido familiar, lo cierto es que nunca se me ocurrió forrar mis carpetas de estudiante con fotos de Greta Garbo, fotogramas de
"Metropolis" o una imagen de estudio de John Ford.
No, lo cierto es que cuando de decorar los trastos del colegio se trataba, servidor se dejaba de pamplinas y colocaba en ellas elaborados collages fotográficos con las instantaneas de sus Diosas de celuloide, mujeres que eran actrices, claro que sí, pero cuya capacidad interpretativa no era lo que, finalmente, las llevaba a ser plastificadas para la etermindad, sino algo mucho más mundano, como su físico. Si además sabían actuar, mejor que mejor, pero, prejuicios cinefilos y clasismos intelectuales aparte, aquí lo importante era que una mirada a la carpeta no solo estimulara tu cerebro.
Por lo que al que suscribe correponde, el Top 10 de estas Diosas del ayer que, a día de hoy frisan los cincuenta cuando no se zambullen holgadamente en esa década, quedaría ordenado de la siguiente manera.
10.-MELANIE GRIFFITH: A pesar de lo que pueda parecer hoy en día, teniendo en cuenta su lamentable estado físico actual (su cirujano plástico debe de ser una de las grandes fortunas de California), la mujer de Antonio Banderas entró en mi Olimpo gracias, sobre todo a
"Algo salvaje" y, especialmente, a su explosivo papel de actriz porno metida en problemas por un quítame allá ese homenaje a
"Vértigo" que fue
"Doble Cuerpo", del gran Brian de Palma. Su secuencia al ritmo del
"Relax" de Frankie goes to Hollywood, aún me provoca más de una calorina. Desde que se aficionó al jabugo y al fino, el mundo del cine ha perdido a una gran actriz y ha ganado un esperpento.
9.- JENNIFER CONNELLY: Siempre fue mona y sus increibles ojazos ya apuntaban maneras desde el principio de su carrera. Pero llegó esa joya a recuperar del neozelandés Lee Tamahori que es "La brigada del sombrero" y la niña se hizo mayor de golpe, convirtiendo el morbillo juvenil que atesoraba en un volcan sexual del que el suertudo de Nick Nolte, con quien compartió más que palabras en esta cinta aún anda recuperándose. A sus cuarenta y dos castañas, la muchacha sigue estupenda y aunque se prodiga poco es siempre un gusto volverla a ver.
8.-ELISABETH SUE: Fue todo un shock comprobar que la regordeta adolescente que perseguía a Ralph Macchio en
"Karate Kid" era la misma bestia erótica que le lamía el alcohol de la piel a Nicolas Cage en
"Leaving Las Vegas". No ha explotado mucho su lado sexual desde entonces ni ha sido muy amiga de posados calentorros, pero con semejante físico y con esa mirada de peligro inminente que la caracteriza, ni falta le hace. Lo que si debería es cuidar un poco su carrera porque de un tiempo a esta parte actua en unos bodrios que no se la merecen
7.- MARIBEL VERDÚ: En España, faltaría más, también teníamos- y tenemos, pero hoy no va de eso-material para forrar las carpetas de un Campus Universitario completo. Y la mayoría de las fotos tendrían como protagonista a esta rotunda dama que durante los ochenta protagonizara seis de cada cinco películas españolas. Teniendo en cuenta su falta de inhibición para aparecer en pantalla en traje de Eva- casi en cualquier formato, en realidad. Aún recuerdo un reporataje publicado en la revista
MAN sobre la susodicha que se pagaba en el colegio a precio de oro- , huelga decir, que me trajo de cabeza una buena temporada. Excelente actriz y de plena actualidad en los últimos meses por
"Blancanieves", el tiempo sólo le ha restado kilos sin menoscabar un ápice su racial atractivo.
6.-UMA THURMAN: Es demasiado alta, demasiado delgada, tiene los
ojos demasiado azules y el pelo demasiado rubio. Su nariz parece una
pista de saltos de esquí y con semejante mentón, podría boxear con Tyson
sin miedo a perder los dientes. Y sin embargo..... Sin embargo, destila
un erotismo y un morbazo que convierte tanto desatino en una obra
maestra de la ingeniería facial y corporal, ya sea desnuda-
"Las amistades peligrosas"- como embutida en latex amarillo-
"Kill Bill". Al igual que Elisabeth Sue, necesita reorientar un poco su carrera, pero la puedo perdonar casi todo.
5.- MOLLY RINGWALD: Mi pecado inconfesable. En cuarenta años de existencia aún no he conocido a un ser humano al que mi predilección por esta pelirroja no le haya hecho llevarse las manos a la cabeza. Sinceramente, yo tampoco lo entiendo. Tal vez sea ese aire de pija retraida y el volcan de su pelo lo que estimula mi imaginación y convierte a la musa de John Hughes en carne de carpeta. En cualquier caso y no por justificarme, hay que recordar que en la memorable "El club de los cinco", el durito guaperas de Judd Nelson terminaba rendido a sus pies con similares argumentos a los aquí usados. Por algo será.
4.-MARISA TOMEI: A diferencia de sus compañeras, la ganadora del Oscar más friki de todos los tiempos ha esperado a cumplir los cuarenta para sacar a la luz su lado más exhibicionista y sexual. Tanto en
"El luchador" como en la excelente
"Antes de que el diablo sepa que estás muerto", la amiga Marisa ha mostrado más centímetros de piel desnuda que en todas sus anteriores películas juntas. No seré yo el que le haga desisitir de esta nueva afición, pero, desde luego, a mi no me hizo falta verla sin ropa para incorporarla a mi santuario: mi fetichismo por el pelo corto y su magnétismo brutal en
"Only you"- horrible película que, sin embargo, trato con cariño, por habermela descubierto- fueron argumentos más que suficientes.
3.- WINONA RYDER: Y vuelta la burra al trigo con el tema del pelo corto. ¡Qué vamos a hacer! Cada uno tiene sus obsesiones y, no me negarán que en pocos rostros queda tan bien como en el de esta diminuta actriz (apenas supera el metro sesenta.... pero que bien repartido está todo) que, a pesar de estar en la terna final de la clasificación, apenas se ha prodigado en desnudos o escenas torridas. Ahí reside su grandeza y la intensidad de su atractivo, en lo que no se ve, en lo que se intuye detrás de esa cara de buena chica. El bueno de Johnny Deep llegó a tatuarse
"Winona forever" en un brazo. Algo sabría él de lo que los demás intuíamos. Un tipo con suerte el amigo Jack Sparrow.
2.- KIM BASSINGER: A punto de zambullirse en los sesenta, la protagonista de
"Nueve semanas y media" ha sido ocasional compañera de cama de todos aquellos que, a día de hoy rondamos los cuarenta. El impacto de aquel bodrio infumable del especialista en bodrios infumables por definición de los ochenta, Adrian Lyne, fue tan imponente que marcó para siempre la carrera de una actriz destinada a dar mucho más y que tuvo que cargar con el sanbenito de icono sexual hasta que en 1997 se llevó el merecido reconocimiento a su trabajo a través del Oscar recibido por
"L.A.Confidencial". Si no la has llevado en tu carpeta alguna que otra vez, háztelo mirar, amigo.
1.- SHARON STONE: Teniendo en cuenta la imagen elegida para encabezar esta entrada, no era difícil averiguar quien es la lider indiscutible de mi lista, la acaparadora de carpetas por definición. No solo dispone de una belleza inaudita y la mirada más torrida del celuloide, sino que, además, gracias, por supuesto a la celebérrima "Instinto Básico" ha sido capaz de generar a su alrrededor un aura de animal sexual insaciable que, por supuesto, nos atrae sin remisión. Recuerdo verla en "Lo +Plus" hace un porrón de años, sin apenas maquillaje y haciendo tartamudear a un Máximo Pradera que apenas podía quitarle los ojos de encima y pensar que si el sexo tuviera forma humana, sin duda sería la suya. Gracias por tod@, Sharon.