viernes, 30 de diciembre de 2011

Y la respuesta es....... (XXV)


LA GRAN EVASION, DE JOHN STURGES (1964)


El eficiente John Sturges recoge una historia verídica ocurrida durante la segunda Guerra Mundial- la multitudinaria huida que tuvo lugar en el campo de prisioneros de Stalag Luff III- y presenta al mundo un espéctaculo de aventuras que marca las pautas de lo que debe ser una "película de evasiones". Para ello, quien dirigiera "Los siete magníficos" se rodea de un reparto para enmarcar encabezado por Steve Mc Queen- en uno de los papeles que lo consagraron para el cine, cortesía de una pelota de beisbol y una moto- y aprieta el acelerador para que las tres horas de metraje pasen con la misma velocidad con la que los presos cavan túneles o engatusan a sus carceleros.

Cierto es que durante el primer tramo de película, la prisión parece más un jardín de infancia y que el nivel de candidez de algunos soldados alemanes rivaliza con el de Calimero (atención al modo en el que James Garner se hace con la cartera de uno de sus carceleros), pero eso no impide al espectador disfrutar como un loco con el modo en el que los prisioneros planifican y ponen en marcha su ambicioso plan de huida. Además, no hay que tener prisa por sufrir, para eso ya está la segunda parte que, sinceramente, parece otra película a juzgar por el radical cambio atmosférico de la cinta que pasa de luminoso y sin nubes a profundamente borrascoso.En cuanto a la banda sonora, enésima aparición del inconmensurable Elmer Bernstein en el concurso y, como en las anteriores ocasiones, nueva partitura maestra para un clásico indiscutible de la historia del cine.

En esta última entrega del concurso, ha sido, cómo no, Athena quien se lleva los cinco últimos puntos del año y cumple su objetivo de alcanzar la centena con su enésimo triplete. A Lughnasad le corresponde la plata y pone la guinda a un ejercicio magnífico mientras que Mike Lee con los dos puntos obtenidos esta semana consolida el podium por el que tanto ha luchado. Por último, Kinski, Michel, Tripi y María con el punto acumulado hoy presentan sus credenciales para la próxima edición de "La melodía escurridiza".

Por tanto y tras los últimos puntos repartidos, la ganadora del concurso ha sido, como era conocido desde hace meses, la inconmensurable Athena que ha hecho una campaña deslumbrante encadenando victoria tras victoria y fulminando a sus perseguidores a base de tripletes. La plata ha correspondido al maestro Lughnasad, que ha aguantado el tirón de Athena y ha podido imponerse finalmente a Dickson y a Mike Lee en su particular batalla por alcanzar el segundo puesto. Finalmente, y con emoción hasta el último instante, el artífice de What's de rumpus, el gran Mike Lee ha logrado hacerse con el bronce tras sangriento combate con Dickson y sin que la dificultad de la empresa le haya restado el ánimo en ningun momento.

Enhorabuena a todos ellos y una "standing ovation" a los ganadores y a todos los demás que habeis convertido este concurso en una experiencia de primera categoría para quien esto suscribe. Gracias a todos por participar y os recomiendo que vayais tomando energías para la edición del año que viene. Feliz 2012 para todos y no olviden permancer atentos al ladrillo.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La melodía escurridiza (XXV)


"La melodía escurridiza" llega a su fin precisamente el mismo día que quien la creo- y quien, además regenta esta parcelita de la blogosfera- traspasa la linea de meta para las cuarenta navidades. Y como a servidor, eso de cumplir años le pone de un fantástico humor - me podéis llamar conformista, pero siempre he preferido acumular años en mi casillero antes que no llegar a hacerlo- he encerrado bajo cuarenta llaves a mi lado oscuro y la maldad con la que pensaba poner punto final al concurso ha quedado pospuesta para la inauguración de la segunda temporada (allá por marzo del año que viene, probablemente) que vendrá cargada de novedades tanto en lo que al enigma se refiere, como a las pistas y al sistema de puntuación. Ya seguiremos informando.

Os recuerdo que el objetivo del concurso es averiguar a qué película corresponden los pocos segundos que, cada miércoles incluyo del tema principal de su banda sonora. Hay de plazo hasta el viernes para participar y hasta entonces, la entrada tendrá moderados los comentarios para mantener la intriga y para que quienes hayan dado en hueso en su primer intento puedan seguir intentándolo. Por tanto, sólo aparecerán publicados los comentarios incorrectos: si el tuyo no aparece, sólo te falta saber los puntos que te llevas. El primero en dar con la respuesta correcta obtendrá cinco puntos, el segundo, tres y el tercero, dos, quedando con un punto los demás acertantes.

No más preámbulos, damas y caballeros. Con todos ustedes, la última melodía escurridiza del año que, si bien, no es complicada si la comparamos con la que estaba prevista, dista mucho de ser "para todos los públicos". Mucha suerte y nos vemos el viernes con la clasificación definitiva de esta primera edición del concurso. 

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martes, 20 de diciembre de 2011

La melodía escurridiza: premios.



Y es que andaba yo, divagando sobre la maldad con la que cerrará sus puertas esta edición del concurso, cuando he escuchado una pregunta que me ha hecho bajar de las nubes con la misma rapidez con la que baja el prestigio de las Agencias de Calificación: "Pero, ¿ya has informado a estos muchachos de lo que pueden llevarse si obtienen medalla, alma de cántaro".

Únicamente tras blasfemar en élfico, besar nuevamente los pies de la bella Señora Winot- quién si no ella podría haberse dado cuenta de este pequeño detalle- y flagelarme hasta el hueso con las obras completas de Pilar Urbano, me he dado cuenta de que, a pesar de semejante olvido, habéis seguido concursando- por amor al arte, podríamos decir- gastando vuestras energías y perforando vuestros tímpanos sin saber siquiera si el premio iba a ser un palote de caramelo, mi instrumento de flagelación o un par de babuchas. Dicen que uno solo participa en un juego si sabe lo que puede ganar. Hasta en eso, los que participáis en "La melodía escurridiza" os salís de los patrones marcados.

De modo que para agradecer esta desinteresada filiación al ladrillo, el clan Winot tira la casa por la ventana y presenta una colección de premios para los tres primeros puestos de la clasificación a la altura de sus participantes:
 
 
   
Edición 50 aniversario en Blu-ray de "Con la muerte en los talones": La película fue el enigma número IX del concurso y su grandeza sólo ha mejorado con esta edición completamente restaurada a la que se le han añadido una colección de documentales y material inédito que deja con la boca abierta.
 



  
  

John Barry. Moviola: Imprescindible disco en el que el propio Barry toma la batuta de la Royal Philarmonic Orchestra y pasa revista a sus temas más conocidos, además de presentar"Moviola",partitura creada especialmente para la ocasión. La primera entrega del concurso va a concluir y parecía pecado que este gran compositor no hicera aparición aunque fuera en los postres. 







Diccionario de bandas sonoras, de Joan Padrol: Todo lo que usted quiso saber sobre las bandas sonoras y no le apeteció buscar en internet está oculto en las páginas de esta obra del historiador barcelonés, auténtica eminencia en el tema y, por lo que se deduce de sus páginas, pozo sin fondo de cultura cinéfilo- musical. 





El orden en el que aparecen expuestos es completamente aleatorio y no obedecen al criterio de entrega de los mismos, sino al sistema de elección de los mismos, de tal modo que el primero elegira el primero, el segundo escogera entre los que queden y el tercero obtendrá el que los anteriores hayan dejado sin dueño. Una vez terminado el concurso, publicada la respuesta y consolidado el trío de ganadores de "La melodía escurridiza", deberéis mandarme un e-mail con los premios ordenados por preferencia para que pueda repartirlos correctamente entre vosotros.

Ya que, a la vista está, no habéis estado participando en el concurso por los regalos, espero que, una vez que ya los sabéis, al menos, os gusten. Feliz Navidad a todos y nos vemos en una semana.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Y la respuesta es ...... (XXIV)


EL HIJO DE LA NOVIA, DE JUAN JOSE CAMPANELLA (2001)

"El hijo de la novia" es una de las pocas películas que he visto en el cine más de una vez. Concretamente han sido tres las veces que servidor ha pasado por taquilla para disfrutar de esta maravillosa,emotiva, enternecedora y gamberra historia de amores cruzados e inmunes a la enfermedad, el trabajo o las clases sociales: la primera vez fue cautivado por los halagos desmesurados que la crítica la dedicaba, la segunda para cerciorarme de que mis sentidos no me habían enredado el pensamiento y que la película era tan brillante como me había parecido y la tercera porque la bella Señora Winot no la conocía y, si íbamos a construir algo juntos, esa carencia debía de cubrirse.

Un guión ágil, intenso, plagado de situaciones y diálogos memorables que Ricardo Darín, Hector Alterio y, sobre todo, la deslumbrante Norma Leandro, cocinan para el espectador, que no sale de su asombro. Una dirección de Juan José Campanella-  de una manera discreta, en voz baja, podríamos decir, el realizador  argentino ha construido una filmografía que debería ser la envidia de medio mundo-  delicada, que mima a los actores y los deja deslizarse por el metraje para que nos parezca contemplarlos desde el otro lado de la calle y no desde una platea. Una música sublime, de una belleza excelsa cortesía del compositor vasco Angel Illarramandi que al compás de una canción de cuna, pone corona de diamantes a esta delicia cinematográfica que no hay que dejar pasar.

Empeñada en alcanzar los cien puntos y en culminar la temporada con un triplete, nuestra amiga Athena ha sido la primera en acertar el enigma de esta semana y, en consecuencia, acumula cinco puntos más en su abultado casillero. La plata es, en esta ocasión, para el gran Mister Lombreeze que se encarama a los quince puntos mientras que Mike Lee, con los dos puntos obtenidos esta semana, da un paso muy importante hacia el tercer puesto, aunque en la última edición del año está obligado a puntuar. Finalmente, suman un gallifante más, Daniel, Michel y Lughnasad

En dos semanas, amigos míos, la jornada final del concurso. ¿Alcanzará Athena los 100 puntos? ¿Logrará Mike Lee salir victorioso de su batalla contra los fantasmas? Pocas horas antes de terminar el año, tendremos la respuesta a ésta y otras preguntas. Hasta entonces, disfruten de la vida y permanezcan atentos al ladrillo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La melodía escurridiza (XXIV)


El concurso está a punto de llegar a su final y aún hay mucho por decidir- salvo el primer puesto, ese está muy claro desde hace meses. Lughnasad tiene todas las papeleteas para hacerse con el segundo puesto, pero cualquier resbalón puede poner la plata a los pies de Mike Lee, el cual no debería despistarse, porque, de no estar fino y empatar con Dickson, el tercer puesto sería para nuestro Cid Campeador particular, que lo batiría por número de victorias. Tampoco conviene descartar la posibilidad de que el propio Dickson salga de su letargo y acuda a enredar la madeja en estas dos últimas jornadas. De modo que atentos, que la ruleta aún debe de dar varias vueltas más.

Os recuerdo que el objetivo del concurso es averiguar a qué película corresponden los pocos segundos que, cada miércoles incluyo del tema principal de su banda sonora. Hay de plazo hasta el viernes para participar y hasta entonces, la entrada tendrá moderados los comentarios para mantener la intriga y para que quienes hayan dado en hueso en su primer intento puedan seguir intentándolo. Por tanto, sólo aparecerán publicados los comentarios incorrectos: si el tuyo no aparece, sólo te falta saber los puntos que te llevas. El primero en dar con la respuesta correcta obtendrá cinco puntos, el segundo, tres y el tercero, dos, quedando con un punto los demás acertantes.

Seguimos en niveles altos de dificultad, pero, al menos, esta semana no hay lugar para el equívoco: la bella melodía escogida para esta semana es única e incomparable.... aunque no inconfundible, de ahí la dificultad, claro. Suerte y a por ella.

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miércoles, 7 de diciembre de 2011

En otras palabras: Beethoven

 La sección "En otras palabras" nació en marzo del año pasado ("Invitación formal") con la idea de presentar un espacio en el que los habituales comentaristas del ladrillo tuvieran la oportunidad de colocarse al otro lado del espejo a través de un texto, artículo ,entrada, post o como quiera uno llamar a lo que nutre las bitácoras de todo el mundo. Por aquel entonces, la mayor parte de quienes seguían habitualmente el blog administraban páginas ligadas directa o indirectamente al cine, de modo que, otro de los requisitos que pedía era que la temática se alejara de la que los participantes trataban en sus reino.

Pero las nuevas incorporaciones fueron ampliando el espectro y finalmente, resultó indiferente el tema a tratar ya que la mayor parte de las nuevas incorporaciones no pertenecían a un segmento concreto.Gracias a esta sección del ladrillo  pudimos descubrir facetas desconocidas de autores de la calidad de Azid Phreak, Angel, Ramón Cinemadreamer, Mister Lombreeze o Mike Lee que enriquecieron estás páginas con sus excelentes aportaciones.

Retomo hoy la sección y, simultaneamente formulo nuevamente la invitación a cuantos me regaláis vuestra presencia en la escombrera de ladrillo para colaborar en la misma a través de vuestro textos. A quien le apetezca, disponga de tiempo suficiente o no tenga suficiente con lo que escribe en el propio, puede mandar su texto a clanwinot@hotmail.com y más pronto o más tarde, tendrá la oportunidad de verlo publicado y unir su nombre a los ilustres predecesores referidos anteriormente.

Y, para empezar, tenemos la suerte de contar con una perla cortesía del gran Beethoven a quien me une un reciente, pero muy sólido lazo que se asienta, por una de esas carambolas del destino, no solo en la empatía y en los gustos comunes- las ideas políticas no, como hemos comprobado recientemente- sino en un muy curioso vínculo familiar desconocido hasta hace apenas un año y del que hablaré largo y tendido tan pronto encuentre el tiempo suficiente para dedicarle el mimo que se merece tan rocambolesca historia. Disfrútenlo porque merece la pena.



BEETHOVEN Y LA SRA. W.

Hace ya un tiempo, en una publicación de mi ciudad, publiqué (en gallego) un artículo bajo el título arriba indicado. Acogiéndome a la generosidad del Sr. Winot, que me ofrece su tribuna, retomo ahora, con algún comentario nuevo, lo que entonces escribí.

Me hacía eco, en aquel texto, que en un suplemento dominical había podido leer una entrevista con una tal Sra. Westwood, "excéntrica diseñadora de moda" (así la calificaba el periodista), de visita en el domicilio londinense de otra señora, gallega de nación, conocida como "lady F". Pero no es de esta última, muy prudente en sus intervenciones, de la que entonces nos ocupamos, sino de la primera.

Se nos decía en aquella entrevista que la Sra. W., antigua maestra, luego musa del punk y en ese momento diseñadora, había convivido con uno de los líderes del grupo punk británico Sex Pistols, que conformaron, entre otros, el vocalista Jhonny Rotten, el bajista Sid Vicious, que moriría pocos años después, víctima de una sobredosis, o Malcom McLaren, el compañero de la Sra. W. La canción más famosa de este grupo, recordarán, fue "Good Save the Queen" (la versión moderna del himno británico), en la que hacían una sátira de la reina británica, Isabel II. Pero resulta (sería consecuencia del paso de los años, o que no hay nada como que te den un título de dame) que, en la entrevista, la Sra. W. se declaraba gran admiradora de la susodicha monarca.

Supongo que nadie ignora que el punk fue aquel estilo que se caracterizaba por una llamativa imagen física y atrevida indumentaria (cortes de pelo con cresta, imperdibles y otros elementos punzantes clavados en las carnes, camisetas y pantalones rotos, adornos de cadenas, etc), y tocar una música que, en la mayor parte de los casos, consistía en perpetrar un par de acordes de guitarra y, gracias a la maravilla de la distorsión, producir mucho, mucho ruido (probablemente porque, cuanto más ruido, menos se aprecian los fallos). Pero, siendo justos, también formaron parte de este movimiento grupos, como The Clash, que realizarían discos de verdadera calidad.

Aunque pudiera parecerlo por la descripción que acabo de hacer, no tengo nada en contra del punk. Incluso puedo sentir cierta simpatía con su denuncia crítica de ciertos valores burgueses y reaccionarios, -expresada en muchas de las letras del cancionero punk-, aunque, personalmente, no me haya interesado su estética, como no me interesa, en general, el mundo de la moda. Lo que no me parece coherente, -más bien es patético- es que, luego de haber defendido ese ideal con mezcla de varios "ismos", se acabe, como le sucede a la Sra. W., totalmente integrada y deglutida por el sistema que antes criticaba y, además, queriéndonos hacer comulgar con ruedas de molino, vendiéndonos la idea de que, en el fondo, seguía (por lo menos en lo que respecta a la moda) defendiendo aquellos sueños rupturistas (aunque los referentes artísticos que citaba en la entrevista como inspiradores de su "moda" (por llamarle de alguna manera), son no solo burgueses, sino incluso los de la aristocracia más vacua del siglo XVIII, aquella que vivía en un lujo exagerado sustentado por la miseria de los trabajadores, -clase proletaria de la que, por cierto, decía proceder la Sra. W.-; lujo que representan muy bien las pinturas de Watteau y Fragonard, unos de los artistas de cámara en los que se inspiraba nuestra modista.

Después de este prolegómeno, se preguntarán ustedes a qué viene lo de “Beethoven y la Sra. W.” La explicación es la siguiente: en la citada entrevista, sentenciaba, nada más y nada menos, que era partidaria de borrar, de la historia de la cultura universal, a Beethoven. No decía que no le gustara Beethoven, no, -que sería perfectamente respetable-, sino que lo borraría porque, -afirmaba la Sra. W. toda convencida de su boutade-, el músico alemán "es kischt, terriblemente predecible, y su música me da miedo". Y continuaba: "es tan malo como los Beatles".

Supongo que saben que la traducción de kitsch sería "hortera". Es decir, según nuestra Atenea rediviva Beethoven sería un músico hortera, predecible (compositor, pues, de una música vulgar, sin ninguna originalidad), que además amedrenta (cuando menos, a las musas punk).

Tengo que confesar que soy un beethoveniano convicto y confeso, y que para mí es el músico más grande de la historia (el guardián del Templo de la Música, que dirían los esotéricos); un hombre dedicado al ideal de la libertad y la fraternidad (tan bien expresado en la Novena Sinfonía), un hombre íntegro. Un compositor cuya música es cualquier cosa menos predecible, porque se adelantó a su tiempo. Pero también amo la música de Bach, Haydn o Mozart, de Bartok y Shostakovich, de Satie y Schubert, de Brahms y Arvo Pärt, o Pink Floyd, Jimmy Hendrix, Bob Marley, Bob Dylan, Carlos Gardel, Silvio Rodríguez, Joy Division o U2..., es decir, la música en la que aprecio calidad; desde luego, también la de los Beatles. Lo que si tengo claro es que, salvo algunas excepciones, como ya cité, el punk no se caracterizó precisamente por su calidad musical (tampoco lo pretendía, creo). Sin embargo, no se me ocurriría decir que habría que borrarlos de la historia de la cultura; entre otras cosas, porque la historia no depende de nuestra opinión personal, sino de la de muchas generaciones a lo largo del tiempo. Todos sabemos que la fama puede ser efímera: hoy, por ejemplo, conocemos al violinista Kreutzer, muy célebre en su tiempo, gracias a que Beethoven le dedicó una sonata para violín y piano que el vanidoso virtuoso, sin embargo, no se dignó estrenar; pero de no ser por esa obra, nadie se acordaría de él. Y así han pasado con otros músicos, novelistas, pintores...

Será el tiempo, pues, quien decida si la música punk, o la diseñadora Sra. W., son dignos de figurar en la historia de la cultura o de sucumbir en el océano del olvido.

La única explicación que encuentro es que el oído de la Sra. W, después de tanto punk, quedase seriamente dañado.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Y la respuesta es.... (XXIII)


RE-ANIMATOR, DE STUART GORDON (1985)

Al compositor  norteamericano, Richard Band le llovieron los exabruptos, las críticas e, incluso las amenazas de muerte, por la partitura que compusiera para "Re- animator", un delirio gore dirigido por Stuart Gordon a mediados de los ochenta y que ha servido de primer acto para la coda final del concurso. Las razones de semejante avalancha de improperios es la ligereza con la que el compositor "homenajeo/ se inspiró/ copió directamente" los pentagramas que Bernard Herrman creara para la obra maestra de Alfred Hitchcock, "Psicosis". Con una flema más grande que el Cañón del Colorado, Band llegó a declarar que él no tenía la culpa de que la melodía cuadrara tan exactamente con las imágenes de la película.

Para quienes nacimos a principios de los setenta y como bien dice Lughnasad, "Re-animator" marcó nuestra juventud. La desquiciada adaptación del relato corto "Herbert West, reanimador", escrita por el gran H.P. Lovercraft, era un espectáculo tan poco habitual para la época, tan extremo y sangriento y al mismo tiempo tan divertido y apasionante que para quienes por entonces andábamos en los picores de la juventud, fue difícil no dejarse arrastrar por la irreverencia, la provocación y el humor negrísimo que destilaba sin pausa el espectáculo que Gordon, Band y el gran Brian Yuzna (sus brillantes efectos especiales aguantan con holgura el paso del tiempo) presentaban a su alborotada y hormonal audiencia.

Y tras varias semanas alejada de la medalla de oro (algo nada habitual en ella), esta semana, Athena retoma su papel de "ganadora nata" y enfila hacia los 100 puntos añadiendo cinco más a su abultado casillero. Lughnasad da un paso de gigante hacia el segundo puesto y comienza a consolidarse en él con su plata de hoy. La tercera plaza es en esta ocasión para Charlie Furilo que para debutar a estas alturas del concurso entra con fuerza inusitada. Por último, Michel y Mike Lee arañan un puntito adicional y continúan el ascenso hacia los puestos de cabeza.

Tomen fuerzas durante la "semana de reflexión". La melodía que se fragua en mis calderas ya no va a ser esquiva o retorcida, sino complicada, dura de digerir, como un bocadillo de tuercas. Seguro que os encanta. Saludos a todos y gracias por participar.