miércoles, 2 de junio de 2010

Escalibada de murciélago


Batman y yo nunca hemos sintonizado mucho, si bien, para ser del todo sincero, la falta de fluidez afecta, en general, a la relación que mantengo con DC Comics; ni el mencionado señor de la noche, ni Superman, ni Flash ni ningún otro de los emblemas de la Distinguida Competencia logran captar mi interés de la manera en que sí lo logran Spiderman, Daredevil, Lobezno y demás miembros del catálogo Marvel.

Gracias a "Batman:año uno" y "La broma asesina", excelentes recomendaciones de los siempre certeros Otis Driftwood y Azid Phreak, y, sobre todo, como consecuencia de la memorable experiencia que supuso la segunda aportación al personaje que nos brindó Cristopher Nolan en "El caballero oscuro" (probablemente la mejor película de superhéroes de la historia y una de las cintas supremas de lo que llevamos de siglo), las tortuosas aventuras del señor de la noche dejaron de ser una aburrida imposición (algo tendrá este hombre cuando a tantos interesa, me decía) y empezaron a convertirse en un intenso placer. Hasta que "Batman Barcelona: el caballero del Dragon" se incorporó al baile.

Es cierto que, a pesar de la monumental campaña publicitaria y de la presencia de nombres de la categoría de Jim Lee o Mark Waid en el proyecto, poco debe uno esperar de una obra fabricada para un acontecimiento muy concreto (El Salón del Comic del año 2009) y cuyo evidente (y muy respetable) objeto es sacar tajada de dicha circunstancia, mezclando en la batidora a un personaje de fama internacional (Batman) y a la ciudad anfitriona del certamen (Barcelona).

Sin embargo, y a pesar de tan paupérrimas expectativas, las peripecias de Bruce Wayne por la Ciudad Condal perforan a la baja los peores augurios y convierten "Batman Barcelona" en una experiencia casi dolorosa, un tordo colosal, propio de un "cagonet" en el apogeo de su arte cuyos únicos puntos positivos son su precio (apenas seis euros, que son seis euros más de lo que vale, por otra parte), su longitud (cuarenta páginas, con media docena de viñetas a cara completa) y que, al menos, la visión de la Ciudad Condal, no abunda en los tópicos y no presenta sus calles sembradas de bailarines de sardanas comiendo fuet, ni "castellets" en cada esquina.

Me cuesta atribuir a otro elemento que no sea el vil metal, la presencia en este engendro de un guionista tan interesante como Mark Waid (algunas de las mejores historias del controvertido "Brand new day" en el que mi trepamuros favorito vive desde hace un par de años provienen de su pluma) en esta historia lamentable en la que un lagarto sobrealimentado, de nombre Killer Croc (¿?) se prenda de Gaudí y monta un cirio en Las Ramblas. Batman no parece coincidir en gustos arquitectónicos y se planta en El Prat para discutir el asunto como si estuvieran en "La Noria", es decir, a palos. Me encantaría poder extenderme algo más en resumir el argumento, pero lamentablemente, la historia no da para más y, por si fuera poco, abunda en situaciones ciertamente bochornosas, llevándose la palma el momento "Ivanhoe" del amigo Batman, senyera en mano, recorriendo Barcelona en busca del villano de la función y que literalmente quita el sentido (del ridículo). De la risible moraleja final, prefiero no hablar que me entra el tabardillo.

En cuanto al aspecto gráfico, los lápices corren a cargo del barcelonés Diego Olmos que poco puede hacer con el material que le han facilitado y que, además debe luchar contra el gran Jim Lee, cuya apañada portada proyecta una sombra de tan enormes proporciones sobre el simpático pero poco emocional trabajo de Olmos que uno no puede dejar de sentir por él cierto desconsuelo compasivo. Además, sus composiciones son forzadas, innecesarias y se aprecia una falta de aliento en el dibujo, una carencia emocional tan marcada que es casi imposible pasar las páginas del tomo sin descargar un bostezo. Los momentos teóricamente espectaculares, a pagina completa, con un amplio pero estéril despliegue de medios y, sin duda, realizados con la mejor intención, son una buena prueba de esa falta de intensidad tan perjudicial a la que hago referencia.

"Arkham Asylum" aguarda su turno en mi mesita de noche. Las penosas imágenes de "Batman Barcelona" aún palpitan en mi maltrecha memoria y me sudan las manos cada vez que me acerco al enorme tomo (Edición "de luxe", especial para incautos como servidor y que, además de la historia original, el guión manuscrito, y los bocetos seminales de la obra, seguramente, también incluye hasta el posavasos en el que Grant Morrison apoyaba el café cuando escribía los diálogos) a quien se le ha encomendado la difícil misión de restablecer el prestigio que Bruce Wayne y su encapuchado lado oscuro habían llegado a tener en el hogar de los Winot. La gesta se antoja difícil pero como dijo cierto arácnido hace ya muchas décadas, todo gran poder conlleva una gran responsabilidad.

9 comentarios:

Mike Lee dijo...

Bueno, espero que semejante despropósito de historieta no le aleje del manto del murciélago y que pueda disfrutar de otros grandes cómics como la magistral "El regreso del caballero oscuro" y la más reciente "¿Qué le sucedió al cruzado encapuchado?", todo un homenaje a lo que supone la figura de Batman.

¡Saludos!

Tarquin Winot dijo...

Dependiendo de las vibraciones que me deje "Arkham", Mike, mi idea es pasar a "El regreso". Ya te contaré.

Möbius el Crononauta dijo...

La podría llevar Bigas Luna a la pantalla, va siendo hora de que haga una comedia a propósito

Salud

Angel "Verbal" Kint dijo...

No es un gran comic no, más bien es una postal de Barcelona editada obviamente con fines lucrativos...
Batman tiene grandes comics, sobretodo en proyectos aislados que en su propia serie regular.
El regreso del caballero oscuro o cómo lo quieran traducir según la edición es una obra maestra sin duda, aunque dejen a mi amado Superman por los suelos. Su secuela fue muy denostada pero a mi no me desagradó...
y el "Arhkam Assylum" de Morrison es de esos comics que amas u odias...yo lo adoro, pero no dejaría que fuera mi barómetro para decidir si he de seguir leyendo Batman

Tarquin Winot dijo...

Dejando a Bigas al mando del proyecto, Möbius, lo unico que se salva, que es la "nube tópica" descargaría a fondo. Lo que nos faltaba.

Lo acabo de empezar, Angel y a pesar de ser bastante poco, "normal" reconozco que "Arkham" me está entrando bastante bien. ¡Ains, lo que vamos a echar de menos tu mundo!

Trepamuros dijo...

Hola, qué tal. He visto que se ha hecho seguidor de mi blog y le he echado un ojo al suyo, descubriendo una manera de escribir muy culta y bien estructurada (mucho más que la mía, que hay veces ya en que dudo si estoy poniendo una coma en su sitio o en realidad me falta. Jejeje). Y por ese tono formal que tienen sus escritos y sus comentaristas, he obtado por no tutearle, como viene siendo común casi siempre en la red, que ya todos nos hablamos como si nos conociésemos de toda la vida.

En lo referente a DC he decir que coincido hasta cierto punto en que siempre he conectado más con los personajes de Marvel. Sin embargo lo poco que leía de Batman o Superman de pequeño me gustaba. Con los años me centré en Spider-Man, personaje que ya desde la tierna infancia me llamaba la atención, incluso antes de saber leer. Y así fue hasta el fatídico día, para mí, en que Quesada decidió involucionar al personaje hasta niveles ridículos con la excusa de acabar con el matrimonio Parker-Watson. Desde entonces, como tantos otros, dejé de comprar. Sigo leyendo a través de la red lo que ha acontecido hasta ahora en busca de un cambio, algo que me haga cambiar de idea y retomar la compra, pero sólo encuentro historias de baja calidad y un Peter Parker que ya no siento como propio, recordándome en muchas ocasiones al de la etapa en que M.J. supuestamente murió en aquel accidente de avión. Etapa que ahora me parece hasta buena en comparación. Pero como se suele decir, cuando algo acaba se abren nuevas puertas y ese vacío me hizo atacar otras obras, normalmente de la competencia. No hace ni un año que descubrí obras como El Regreso del Caballero Oscuro, Año Uno o El Largo Halloween (la cual le recomiendo también como digno sucesor de Año Uno). De Superman, como habrá leído por mi blog, me han gustado el All Star e Hijo Rojo. También en Marvel propició hacerme descubrir otras obras alejadas del arácnido, sobre todo tomos, como The Ultimates - Superhumanos u otros con cierta relación como Noir, Marvel Zombies o 1602.

En fin. Tras el "rollo patatero" que he soltado, me despido. Seguiré este blog también, en busca de posibles reseñas para futuras compras, entre otras cosas. Un saludo.

Tarquin Winot dijo...

A pesar de ese tono serio que has encontrado, Trepamuros, aquí hay mucha rechifla, de modo que el usted, te lo puedes (más bien te lo debes) saltar. A mí, el "quesadazo" tampoco me convenció ni un tanto así, pero el final de la "primera temporada" y toda esta segunda tanda del "brand new day" están resultando interesantes, por mucho que se hayan pasado la continuidad por el arco del triunfo. Ya anuncian "One moment in time", donde, al parecer, "todas tus preguntas (sobre "un día más", imagino) serán respondidas". Miedito me da. Bienvenido, por cierto, espero verte habitualmente por aquí.

cosmic girl dijo...

Pero hombre, cómo se te ocurre!

Tarquin Winot dijo...

La maldita publicidad, Cosmic, que todo lo consigue. Le dieron tanto bombo y estaba tan baratto. Además la portada era de Jim Lee..... en fin, que me la colaron.