miércoles, 26 de octubre de 2011

Un hombre de su tiempo


El mundo en el que vivimos se asienta sobre una asombrosa pluralidad de paradojas. Por mencionar solo un par de ellas, me parece indiscutible que en plena era de Facebook, Twitter y demás redes sociales, es muy posible que el hombre viva su periodo de mayor soledad y desarraigo desde hace siglos. Y eso, a pesar de estar más rodeado de semejantes que en ningún otro momento de la historia. Por otra parte, una época tan aficionada a marcar la diferencia, a cumplir un anhelo de éxito e individualidad que no goza de precedente, no puede evitar tender a homogeneizar, clasificar y despersonalizar a todo y a todos usando para ello una multiplicidad de excusas que parecen (y solo lo parecen) perseguir justo lo contrario: la prioridad del individuo frente al grupo.

Algunas de estas paradojas y otras muchas tienen espacio en el magnífico, perturbador, y deslumbrante discurso visual que Jaume Balagueró acaba de presentar en "Mientras duermes", a la espera de "No habrá paz para los malvados", la mejor película española del año y una de las citas imprescindibles en general para los aficionados al cine de este 2011.

César (Luis Tósar) es el portero de un edificio de vecinos en Barcelona. Reparte su vida entre visitar a su madre enferma, hacer su trabajo de la mejor manera posible y ayudar a los vecinos con sus problemas diarios, especialmente a Clara (Marta Etura) por quien siente una especial predilección. Pero César no es feliz. Y no le gusta que la gente que le rodea lo sea.

Lo notamos en muchas ocasiones: a uno se le ocurre anunciar que es feliz y las miradas se vuelven como no lo harían de presentarse Rubalcaba en tanga de leopardo. Algunos de esos ojos, la mayoría, suelen transmitir una empatía reconfortante y una sincera alegría por la felicidad ajena. Pero en muchas ocasiones, alguna mirada se nubla y tras una apariencia de regocijo, no existe más que una envidia hosca, en realidad, un profundo desagrado por lo que no siendo de uno, cree merecerse. Si a eso le sumamos una existencia solitaria, un deambular vital sin objeto de esos que se encienden en la madrugada y pueden empujar a una persona a subirse a una azotea y acabar con todo, tenemos una idea muy aproximada de lo que es César en realidad: un hombre de su tiempo.

Y a este hombre deshabitado y vació que solo vive a través de las vidas de quienes le rodean, le otorga Luis Tósar una intensidad cegadora con su apropiación del personaje creado por el guionista y escritor Alberto Marini obsequiando al espectador con una interpretación mayúscula, colosal, solo al alcance de los más grandes. Sin duda, la mejor interpretación de su carrera, aunque, dada la capacidad de este hombre para superarse no parece que vaya a durar mucho tiempo en el pedestal. Sus compañeros de reparto, Marta Etura o Carlos Lasarte cumplen muy dignamente y resultan creíbles en sus personajes, pero la calidad de la interpretación del actor gallego, unido a una presencia casi continuada en pantalla hacen difícil fijarse en otra cosa que en su recital. No quiero acabar este apartado interpretativo sin mencionar a a Alberto San Juan, por quien sentí una profunda aversión en sus primeras películas y que, poco a poco se va convirtiendo en un actor muy a tener en cuenta como demuestra en su breve pero crucial papel en "Mientras duermes".

Quienes acudan a ver la película con las dos entregas de "Rec" en la cabeza (atención a la tercera, ya sin Balagueró a los mandos. El teaser, que puede verse aquí, es de lo mejorcito que he visto este año) se van a encontrar con un producto que poco o nada tiene que ver con aquel lucrativo experimento visual del director catalán y su amigo Paco Plaza: un edificio de vecinos como escenario, algunos actores recurrentes en las películas de Balagueró y poco más. Sin embargo, quienes, como un servidor tienen en la mente el estilo y la atmósfera de la ópera prima del director, la extraordinaria "Los sin nombre" disfrutarán sin límite con el ritmo cadencioso pero imparable que Balagueró entrega a la película, como un vaso en el que, incesante, fuera derramándose una pasta densa que crece sin prisa hasta que, llegado al final se desborda imparable enlodando todo a su paso hasta cubrir la pantalla por completo.

Y es tal vez en ese desbordamiento final, terrible, sin concesiones, a corazón abierto cuando la película de Balagueró alcanza su más alta calidad, cuando tras tanta paradoja, la conclusión a la que uno llega no deja hueco a la disputa o a la interpretación : si en algo el hombre no ha cambiado en estos siglos que lleva sobre la tierra es en su capacidad de infligir dolor a sus semejantes. En eso, parece que no hemos llegado al límite de nuestras posiblidades. En eso, Balagueró ha sido muy brillante, pero también muy explícito.

8 comentarios:

fiona dijo...

No he visto ninguna de las de Rec y la de Los sin nombre me suena, creo que la vi hace tiempo aunque mi memoria de pez no consigue acordarse...pero quiero ver esta película, Luis Tosar me encanta. Vale igual para un roto que para un descosido.

1besico!

Mike Lee dijo...

¡Tendré que darle una oportunidad con esta recomendación!
Las de [REC] no me gustaron demasiado, especialmente la segunda parte, pero Tosar es un actor muy trabajador que se entrega en sus nuevos proyectos, así que espero poder verla.
Por mi parte, recomiendo No habrá paz para los malvados, un tanto lenta, pero rompedora dentro del cine español actual.

¡Saludos!

Tarquin Winot dijo...

Además de excelente actor, Fiona, Tosar parece un buen tipo. Vive muy cerca de mi casa y lo vemos con cierta asiduidad y, para nada se gasta los aires de divo a los que sería acreedor dado de su status.

Tengo la de Coronado en mi lista de imprescindibles del año, Mike. Espero tener un hueco para hacerme con lo nuevo de Urbizu, que nunca decepciona.

María dijo...

Señor Winot, se que esto no tiene nada que ver con el tema del post, pero necesito decirlo: ¿podría venir alguien a rescatarme a England? En caso contrario, ¿podría alguien hacer que el tiempo pase más rápido? Sólo hasta el 15 de noviembre. Ahora entiendo por qué la llaman la 'Pérfida Albión'. Sobre todo lo de pérfida.
Volviendo al tema: Luis Tosar es un actor que para mi gusto no está mal. Me han hablado muy bien de Celda 211 y la tengo que ver.

Tarquin Winot dijo...

El personaje que interpreta Tosar en "Celda 211", de hecho, sería perfecto para hacer una incursión en tierras británicas y traerte de vuelta, María. Ánimo, que ya falta poco.

María dijo...

Pues ya que vives cerca del señor Malamadre, dile que venga a por mí. Le pago el billete si hace falta.
De todas formas, gracias por los ánimos. Creo que si pude aprobar una asignatura de 2º de carrera que era un hueso, podré aguantar los 15 días que quedan.

OscarP dijo...

Pues a mi la película no me ha gustado especialmente. La interpretación de los personajes es buena, la de Tosar es muy buena, como siempre (qué personaje más sombrío) pero me dejó un poco... no sé, frio. Prefiero mil veces 'Celda 211'. Pero como siempre: para gusto los colores.
Ciao

Tarquin Winot dijo...

Quince días los pasas tú tan ricamente, María, solo con pensar en que no vas a volver a comer roastbeef en toda tu vida.

El personaje de "Celda 211" me parece más de una pieza que este César tan poco fácil de definir y, tal vez por eso me gusta más. pero como bien dices, OscarP, para gustos....